Emilio Montes, el polémico cura de Valdepeñas, ha vuelto a ser objeto de todas las miradas por atribuir la invasión de Rusia a Ucrania a la OTAN y justificar que se haya producido por el hecho de que el presidente Vladímir Putin, supuestamente, se ha sentido "amenazado".
"Si todos los países que tenemos alrededor, la OTAN, están diciéndoles que se tienen que meter en la OTAN y les están dando dinero para que se metan en la OTAN, otra persona se siente violenta, se sienta amenazada y entonces responde. Es otra de las tentaciones que el diablo utiliza para montar la guerra, para montar el follón", ha afirmado para justificar la agresión que ha sufrido Ucrania.
El párroco ha continuado con su homilía: "No estoy justificando que el mal se solucione con el mal, pero también tened en cuenta que es una guerra mucho más amplia de lo que nosotros creemos. Al final los que sufren son inocentes, lo mismo que en las guerras que tú has montado en tu trabajo o en las guerras que montes entre tus amigos".
No ha tenido problema en caer en argumentos machistas
Emilio Montes tampoco ha encontrado ningún tipo de problema en caer en argumentos de tipo machista a la hora de defender a Vladímir Putin en esta invasión: "Esto las chicas lo vais a entender muy bien. Cuando dos chicas no se entienden, rompen la pandilla y a veces alguna no tenéis nada que ver y os tenéis que tragar el que dos de ellas no se entienden y rompan la pandilla. En la medida de nuestra proporción, todos somos tentados por el enemigo".
La OTAN RUSIA UCRANIA ???????? son como las pandillas que se rompen por dos amigas #Cura #Valdepeñas pic.twitter.com/M4aHxCC0DF
— TVMASPI (@sebas_maspons) March 6, 2022
El párroco ha protagonizado otras polémicas intervenciones en el pasado, como cuando censuró a sus propios fieles por no dar dinero en la iglesia: "Algunos desde que yo llegué solo dan 6 euros, la parroquia tiene Bizum", explicó.
En otra ocasión, criticó a las "madres modernas", al señalar que "cuando éramos niños, cuando se caía el chupete, nuestras madres no hacían tantas tonterías. Le echaban un poco de agua y nos lo volvían a poner en la boca. No como ahora que lo esterilizan. Ahora están preocupadas en eso y sin embargo con tres años les dan un móvil para que jueguen, para que el niño esté entretenido con el móvil".