El nuevo proyecto político de financiación catalana sigue abriendo brechas en el flanco izquierdo de la política española.
El portavoz económico de Sumar en el Congreso, Carlos Martín Urriza, se desmarcó ayer de la línea oficial seguida hasta ahora por su formación y censuró el modelo incluido en el preacuerdo entre los socialistas catalanes y ERC para asegurar la investidura de Salvador Illa.
En concreto, Urriza, que representa a Sumar en las comisiones de Presupuestos y de Economía del Congreso, sostuvo en un mensaje en las redes sociales que el pacto entre PSC y ERC "pone en riesgo la autonomía fiscal de la Administración central, lo que afecta a la sostenibilidad y coste de la deuda pública y a la capacidad del Estado para enfrentar los grandes retos que enfrentamos, como el envejecimiento de la población".
(1/4) El apartado de financiación del acuerdo de investidura entre PSC y ERC propone un modelo de concierto para Cataluña que pone en riesgo la redistribución entre CCAA, como ya lo hacen el régimen foral o el paraíso fiscal de Madrid, lo explico aquí ????https://t.co/Os9w8c8lzK
— Carlos Martín Urriza (@carlosurriza) August 6, 2024
Comunes quieren aplacar el debate
Asimismo, el dirigente considera que el acuerdo catalán "ahonda en la estrategia de fragmentar, y enfrentar a la clase trabajadora por territorios, al tiempo que orilla las soluciones generales a los problemas comunes en favor de arreglos singulares. Estos problemas son de infrafinanciación de los servicios públicos".
No es la primera voz que desde la órbita de Sumar se escuchan voces que discrepan de otros dirigentes de la formación – entre ellos el portavoz en el Congreso, Íñigo Errejón– que han apoyado abiertamente el acuerdo suscrito en Catalunya y lo han descrito como una oportunidad.
Desde Catalunya, los comunes tratan de apaciguar el debate y consideran que el modelo, que todavía está muy lejos de estar definido jurídica y económicamente, puede ser exportado a otras comunidades, aunque es bien cierto que algunas de ellas, especialmente las que reciben más de lo que aportan de sus propios contribuyentes, podrían salir perjudicadas si no se garantizan unos mecanismos de nivelación adecuados.
Del mismo modo, algunos expertos ya han señalado que este modelo podría propiciar un menoscabo para los ingresos de la propia Administración central y llevar aún más lejos el efecto del llamado dumping fiscal, la rebaja de impuestos que ponen en práctica algunas comunidades para, en teoría, atraer más inversores y empresas.
No obstante, Catalunya en Comú plantea establecer un suelo fiscal, un mínimo común que precisamente evite la competencia fiscal entre comunidades.
Compromís
Uno de los primeros grupos en plantear su malestar por lo que en aquel momento aún se estaba negociando en Catalunya y que luego se materializaría en el preacuerdo que previsiblemente hoy o mañana firmarán ERC y PSC, fue el valenciano Compromís, una formación vinculada a la órbita de Sumar, que siempre ha abanderado la batalla contra la infrafinanciación de la Comunidad Valenciana.
También algunos portavoces de Izquierda Unida han expresado su rechazo a este proyecto.
Entre tanto, el debate ya ha suscitado algunas controversias singulares, como la que se ha desarrollado estos días en Galicia, donde el presidente de aquella comunidad, el popular Alfonso Rueda, presentó un informe en el que sostenía que Galicia perderá 444 millones si se aplica el, hoy todavía, indefinido modelo de financiación.
Ayer, el informe del Gobierno gallego obtuvo la réplica del portavoz económico del Partido de los Socialistas de Galicia, que sostuvo que esta comunidad "no solo no perderá, sino que obtendrá más dinero".