La CUP se plantea vetar la manifestación de repulsa de los atentados convocada para el próximo 26 de agosto en Barcelona si a ella acuden el Rey Felipe o el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.
La formación separatista ha señalado las "amistades" de la Casa Real con las monarquías del Golfo Pérsico "que son las que están financiando este tipo de terrorismo", ha señalado la diputada Mireia Boya: "El Rey no es bienvenido para nosotros".
Por ello, y por el carácter republicano de la formación, la CUP se está planteando seriamente no asistir a la manifestación de repulsa al atentado, ya que teme que en esa ocasión se pueda volver a reproducir "una imagen de imperialismo y de capitalismo económico que está contribuyendo a financiar justamente a los autores del atentado del jueves".
La formación también ha criticado que la manifestación se haya convocado por la Generalitat catalana y el Ayuntamiento de Barcelona, "en vez de por la sociedad civil" y ha considerado una "hipocresía enorme" que la marcha vaya a ser encabezada por el actual jefe del Estado.
Por otro lado, la diputada se ha mostrado contenta con la gestión de los atentados, ya que a su juicio, "Cataluña ha actuado como estado, independientemente del Estado español, que ha tenido un papel muy secundario, a remolque del gobierno catalán".
En la entrevista con Catalunya Ràdio, Boya también ha alabado las muestras de solidaridad que evidenció la sociedad tras los ataques: "Nos tenemos que sentir orgullosos de cómo reaccionó la gente tras el atentado".
La formación ahora espera conocer todos los detalles de la concentración del próximo sábado para coordinar una respuesta y decidir si finalmente acude a la manifestación como formación política.