Yuri Tolochko es un fisicoculturista y actor ruso que se hizo popular en el mundo después de casarse en 2020 con su muñeca sexual a la que llamó Margo. A pesar de haberle jurado amor eterno, pronto llegaron los cuernos y a los pocos meses de la boda le fue infiel con otras dos muñecas: Lulu y Lola.
La peculiar pareja acabó por divorciarse en mayo de 2021 después de que Margo pasara por alguna que otra avería. Tras haber sufrido una "decepción amorosa", tal y como afirma el propio Tolochko en sus redes sociales, el culturista parece haber vuelto a encontrar el amor en un objeto todavía más extraño: un cenicero de pie de un bar.
"¿Me dejará ser su novio?"
El ruso ha confesado que mantiene una relación amorosa con el cenicero y se ha sincerado con sus seguidores sobre sus sentimientos hacia este objeto: "Me gusta el olor, la sensación del metal en mi piel. Es fantástico. Me gusta que toque mi piel, me excita, es lo que me atrae de este cenicero".
"Este es un cenicero grande de un club de fumadores. Al principio, simplemente quería hacerme una foto con él. Pero empezó a atraerme. Quería tocarlo otra vez, olerlo", relata, recordando los inicios de su flechazo. Los dueños del bar donde se encuentra el cenicero le han dejado pasar un rato a solas con él pero ahora está intentando llegar a un acuerdo con los propietarios para que se lo dejen de vez en cuando y pueda llevárselo a su casa.
Tolochko asegura que sus muñecas sexuales Lulu y Lola, con las que sigue manteniendo una relación, están encantadas con este nuevo romance. El culturista, además, ya ha pensado en la opción de las relaciones sexuales con el cenicero. "Puedo insertar una vagina artificial en el tuvo dentro del agujero. ¿Qué pensáis?", planteó a sus seguidores. "¿Me dejará ser su novio?", se ha preguntado, completamente enamorado.