Este mes de octubre se ha realizado el juicio por los hechos acaecidos el 12 de abril de 2018. El caso fue denunciado por un joven afroamericano de 14 años que se acercó inocentemente a la casa del agresor a preguntar cómo podía llegar al colegio, ya que había perdido el autobús, y éste le disparó con una escopeta, aunque afortunadamente no le hirió.
El suceso de dio en Rochester Hills, Michigan, donde Jeffrey Zeigle vive junto a su mujer. Tal y como cuenta The Washington Post, el joven Brennan Walker se quedó dormido esa mañana, y perdió el autobús. Tras un rato andando para llegar al colegio, el joven se perdió, y fue entonces cuando se acercó a la casa del agresor a pedir que le orientaran sobre cómo llegar a la escuela. La esposa de Zeigler gritó cuando vio a su marido salir de la casa corriendo con la escopeta en la mano. Afortunadamente el joven corrió y casi estaba fuera del patio del agresor cuando le intentó disparar, y no recibió ningún daño.
El joven Brennan declaró ante el juez que sus intenciones eran inocentes: "Estaba asustado. Intentaba decirles que estaba tratando de llegar a la escuela secundaria, pero no me escucharon". Por su parte, la declaración de Zeigler era contraria a la grabación de la cámara de seguridad, ya que afirmó que la escopeta se le resbaló y se disparó accidentalmente.
Aunque la acusación pedía juzgar a Zeigler por intento de asesinato, el jurado ha considerado que se trata de una agresión con intención de causar un gran daño corporal y tenencia de arma de fuego. El caso está visto para sentencia, que será revelada el próximo 13 de noviembre, pero el agresor podría enfrentar hasta 12 años de cárcel.
Otro joven afroamericano es interrogado por hacer de canguro de dos niños blancos
No se sabe exactamente qué motivos llevó a Jeffrey Zeigle a disparar al joven de 14 años, ya que él declara que no quería dispararle, pero sin duda parece un claro ataque racista por ser afroamericano. Numerosos ataques racistas se están dando actualmente, como el caso de la mujer que vio a un chico negro en el supermercado cuidando de dos niños blancos.
Este desagradable suceso se dio en Atlanta, Estados Unidos. La mujer se acercó a los niños y les preguntó si se encontraban bien, y el joven afroamericano evitó que los niños le hicieran caso. La mujer llamó a la Policía, que acudió al lugar a interrogarlo. El canguro Corey Lewis compartió la llegada de los agentes a través de Facebook, y rápidamente se hizo viral.
Al parecer la mujer le dijo al agente a través del teléfono "quizá él conozca a sus padres, pero no sé si ellos lo conocen a él", como si al ver que era negro ya supiera que escondía algo que los padres no sabían. Afortunadamente, los padres acusan de racista a esta mujer que incomodó a su canguro, y no comparten para nada su opinión.
