La Península Ibérica, Canarias y Baleares forman, en conjunto, un valor incalculable para la biosfera del planeta. Todos somos capaces de reconocer la fauna ibérica: el lince, el lobo u otros animales suelen ser nuestra principal preocupación cuando nos referimos a extinción. Y mientras somos capaces de reconocerlos, no nos damos cuenta de que especies enteras de plantas han estado desapareciendo a lo largo de los años. Es aquello conocido como ceguera verde.
Según el estudio de la revista Science Advances, España está en la zona roja de vulnerabilidad al calentamiento global. Además, las plantas consideradas como raras constituyen casi un 40% de las especies globales. Los resultados de esta edición especial de Science Advances coincidirán con la Cumbre del Clima, que se celebrará las dos primeras semanas de diciembre en Madrid. Con ello se pretenden conseguir un refuerzo de las restricciones de las emisiones de gases de efecto invernadero, ya que la ONU ha establecido que las limitaciones fijadas anteriormente se quedan cortas.
"Cuando hablamos de la biodiversidad global, tenemos una idea aproximada bastante correcta de cuántas especies de plantas terrestres existen en realidad, pero hasta ahora no disponíamos de una cifra real", afirmó Brian Enquist, uno de los investigadores y además profesor de ecología y biología evolutiva. Por ello, 35 investigadores unieron fuerzas durante una década para llegar a reunir 20 millones de registros de los diferentes vegetales de todo el mundo. El resultado: existen unas 435.000 especies únicas de plantas terrestres, lo que puede ayudar a tomar decisiones estratégicas para la conservación de las mismas. "Es importante tener esa cifra, pero básicamente es contabilidad. Lo que verdaderamente queríamos entender es de qué naturaleza es esa diversidad y qué le ocurrirá en el futuro", explicó también Enquist.
Añadió, además, que el 36,5% de las especies podrían considerarse 'extremadamente raras', habiendo sido observadas y registradas menos de cinco veces a lo largo de la historia.
Las especies raras
La distribución de estas especies no es uniforme; se agrupan en España, pero también en otros núcleos, como el norte de los Andes en Sudamérica, Costa Rica en centroamérica, Sudáfrica y Madagascar en África y los archipiélagos del Sudeste Asiático. Además, cabe resaltar que las regiones con más diversidad tuvieron una estabilidad climatológica cuando el mundo emergió de la última Edad de Hielo, que permitió a estas plantas sobrevivir.
"Pudimos comprobar que muchas de estas regiones están experimentando un incremento en la actividad humana, como la urbanización y la deforestación para obtener tierras de cultivo. No es la mejor de las noticias", lamentó Enquist, afirmando que si esto sigue así perderemos diversidad, porque la rareza de las especies provoca que sufran mayor peligro de extinción.