¿Cuántas razones existen para fingir un orgasmo? Ay, la falta de comunicación... Los principales motivos son tres: no hacer sentir mal a la pareja, finalizar la relación cuanto antes o erotizar el momento.
Y es que, en las películas siempre se ha mostrado el acto sexual como un breve momento lleno de pasión en el que los protagonistas llegan al orgasmo a la vez y todo son fuegos artificiales; cosa que dista mucho de la realidad. Sí, los fuegos artificiales están, pero los orgasmos -de verdad- brillan por su ausencia, al menos, unas cuantas veces.
Según explicala sexóloga Gigi Engle en la revista Best Life: "Una vez que empiezas a fingir es difícil parar, y es algo universal, sucede en todas partes del mundo. La triste verdad es que el sexo no se enseña de forma igualitaria. Históricamente, el sexo está pensado para dar placer a los hombres heterosexuales cisgénero, mientras que las mujeres son solo el 'billete', por decirlo de algún modo, para conseguirlo".
![La comunicación es clave en una vida sexual satisfactoria](https://www.losreplicantes.com/images/articulos/17000/17149/1.jpg)
Las cifras lo demuestran
Según un estudio, las estadounidenses fingen un promedio de 39 orgasmos al año, aproximadamente un 18% de las veces mientras que ellos lo hacen un 16%. Además, un 38% de los hombres piensa que sus parejas nunca fingen con ellos, y el 56% de las mujeres cree lo mismo.
Pero, lo más preocupante no es fingirlo, sino los datos que hay detrás: un 40% reconoce que jamás ha experimentado uno; dato que está estrechamente relacionado con que el 44% reconoce no saber lo suficiente sobre los gustos sexuales de su pareja para darle placer.
La comunicación -de la que se ha demostrado, hay mucha falta en el sexo- es la clave de una gran vida sexual y, si bien es cierto que en un momento determinado un orgasmo fingido puede tener el resultado esperado, el engaño continuo puede llegar a ser perjudicial, no solo para la vida sexual, sino para la vida en general. Un bucle de falsificación que hace que las relaciones se vuelvan monótonas y se deje de disfrutar.