¿Alguna vez les has preguntado a los hombres a tu alrededor cuántas veces al día llegan a pensar en el Imperio Romano? Parece una pregunta un tanto extraña... y ha revolucionado TikTok. Pero lo que más ha extrañado a las mujeres que se han unido a este trend viral, han sido las respuestas de los hombres a los que han grabado.
Vayamos por partes. Todo surge después de que Gaius Flavius, que se dedica a compartir información sobre el Imperio Romano en redes sociales, lanzara el reto para las chicas. "Señoritas, muchas no se han dado cuenta de cuán seguido los hombres piensan en el Imperio Romano. ¡Pregúntenle a sus esposos, novios, padres, hermanos...y les sorprenderá la respuesta!", escribió el usuario en su publicación.
Y vaya que si les ha sorprendido: hombres de todas las edades han contestado que piensan en ello todos los días o al menos una vez a la semana. No hay una explicación científica, pero sí alguna teoría al respecto. Ha sido The Masculine Edge quien ha aportado algo de luz al asunto, afirmando que una de las razones es que "los hombres tienen la necesidad de conquistar absolutamente todo".
Prestigio, masculinidad e influencias
Hasta el Washington Post ha intentado encontrar una explicación, apuntando a que "las sociedades de occidente se han centrado mucho históricamente en la Antigua Roma, asociándola a la masculinidad instaurada en el imaginario popular".
Relacionado con el hecho de que estemos muy influenciados por esta época, corre la teoría de que es un tema de prestigio, que aporta conocimiento. Más allá de gladiadores, el Imperio Romano también son sus dioses o sus filósofos, así como la enorme influencia que tiene en nuestra sociedad actual, desde el ámbito cultural, hasta el lingüístico, el legislativo, el arquitectónico o la religión. Un Imperio que sentó las bases de la sociedad occidental y la forma de vida actual.
El pensamiento ha sido bastante generalizado (quizás también porque quienes lo han publicado han sido quienes ha recibido la respuesta esperada), pero también algunos han sido sinceros admitiendo que "tengo 52 años y no pienso en el Imperio Romano desde el instituto".