La complejidad que entraña la crisis del coronavirus ha llevado a experimentar problemas en el recuento de víctimas que ha dejado el coronavirus. Los datos que actualmente recoge el Ministerio de Sanidad proceden de las Consejerías del ramo en función de cada Comunidad Autónoma.
La polémica ha surgido, precisamente, en una de ellas: Castilla-La Mancha. El Tribunal Superior de Justicia de la región ha señalado la diferencia que existe entre las cifras oficiales de muertos (708 personas), frente a las 1.921 licencias de enterramiento relacionadas con el Covid-19.
Se trata de una cifra oficial que solo recoge un tercio de las muertes que, según el tribunal, podría haber producido el coronavirus. El motivo: solo se cuentan los casos completamente confirmados y no aquellos que se consideraban simplemente como sospechosos. Evidentemente, con falta de test para realizar a la población, resulta complejo obtener resultados fiables de todas las personas que han fallecido durante la pandemia.
Pero no es la única región afectada. En la Comunidad de Madrid, solo durante la segunda quincena de marzo, se expedieron 9.007 licencias de enterramiento. Se trata de un número que duplica las licencias emitidasdurante todo el mes de marzo de 2019, cuando hubo 4.125 muertos.
El dato toma perspectiva si tenemos en cuenta que, según los datos oficiales de la Comunidad de Madrid, hubo 3.603 muertes oficiales. ¿Cómo se explica entonces que, en solo quince días, se haya doblado toda la cifra de muertes de todo el mes de marzo de 2019?
La clave la ofreció el vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio Aguado, cuando reconoció que en las residencias de ancianos de la región han muerto 4.750 personas entre el 8 de marzo y el 8 de abril. El Gobierno regional calcula que 4.250 de ellas fueron por coronavirus y que 3.479 mostraban síntomas evidentes de la enfermedad, pero no se sometieron a un test para certificarlo. Por otro lado, 781 personas estaba contagiados y sí fueron testados, por lo que sus casos se incluyeron en las estadísticas oficiales, según publica el diario ABC. El resto, no aparecen contabilizados.
A pesar de los datos traumáticos, las estadísticas oficiales no recogen todos los datos reales y la incidencia de la pandemia en nuestro país es mayor. El propio Gobierno de España lo reconoce, en palabras del Ministerio de Sanidad, Salvador Illa: "Toda persona diagnosticada positivamente del virus y fallecida es computada como fallecida por coronavirus". El resto, a pesar de que tenga el cuadro completo, no.
El Gobierno está siguiendo, en este caso, las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que pide computar en las estadísticas oficiales únicamente a los casos que han dado positivo en un test. Sin embargo, con la falta evidente de pruebas que existe en España, resulta bastante complicado hacer un escaneo completo de la población y, por tanto, las estadísticas se ajustan a los medios con los que actualmente contamos.
Las estimaciones por Comunidades Autónomas
Con ello, la única vía para obtener una estimación ajustada a la realidads e encuentra en las diferencias entre la mortalidad que se registra en este período dentro de un escenario normal y en plena pandemia.
Este trabajo se está realizando en el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), que está encontrando grandes dificultades ante el colapso que se encuentra actualmente el Registro Civil.
Las diferencias entre comunidades son llamativas. Castilla-La Mancha es la más afectada, donde se ha registrado un aumento de muertes de hasta un 196,1% entre el 18 de marzo y el 3 de abril. En este periodo se habían estimado 2.160 muertes, pero realmente se produjeron 2,470 más. Si tenemos en cuenta que las estimaciones del coronavirus recogen 963 muertes, hay 1.478 que sobrepasan las estimaciones y que actualmente no se pueden atribuir al Covid-19.
En Castilla y León hay un escenario similar. Las estadísticas cifran las muertes en este periodo en 961 personas. Pues bien, la diferencia entre las muertes observadas y las estimadas es de 2.004 más. Es decir, han muerto 1.043 personas que no se habían contemplado pero que, al no contar con un test positivo, no se pueden incluir en las estadísticas.
En Valencia hubo también 812 muertos más de los esperados, pero solo se han contabilizado 568 muertos. En Aragón, hay 140 más. Y en Andalucía, 94. Poniendo en perspectiva, las regiones más afectadas son: Castilla-La Mancha (196,1% más de lo previsto), Castilla y León (161,5%), Navarra (156,8%), La Rioja /133,3%) y la Comunidad de Madrid (121,8%).