Se trata prácticamente del paso definitivo para dejar atrás la pandemia, al menos de manera psicológica. ¿Cuándo dejará de ser obligatorio el uso de mascarilla en espacios interiores? Se trata de una pregunta a la que los epidemiólogos y autoridades no consiguen dar una respuesta de manera unánime.
Hay países como Finlandia, Suecia o Dinamarca que ya han decretado el uso voluntario de las mascarillas, pero la mayoría aún no han decretado una fecha clara para retirar su uso en espacios cerrados. En España ya hace tres meses que dejó de utilizarse obligatoriamente al aire libre, siempre que se respete la distancia de seguridad, pero todavía debe emplearse en el metro, cines, teatros, bares, restaurantes (siempre que no se esté consumiendo) o centros comerciales. La retirada definitiva todavía no se ha abordado en el Consejo Interterritorial de Salud.
Sin embargo, sí es un asunto que se ha abordado de manera velada en algún ejecutivo autonómico. El gobierno madrileño, por ejemplo, planea dejar de obligar a usarlas "después de navidades". Con ello, la vida prepandemia llegaría, por tanto, antes de la primavera de 2022 si todo sigue su curso.
Así se ha planteado, aunque la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid no ha abordado oficialmente esta cuestión y, por tanto, no fija un plazo concreto para trasladar esta cuestión al Gobierno central. Sin embargo, este final de las mascarillas sí, consideran, debería estudiarse con "prudencia" y con los datos epidemiológicos en la mano, publica El Independiente, aunque la situación epidemiológica de España es positiva en general y la de Madrid, apuntan, llama a ser "optimistas".
La incidencia de la variante Delta
En esta cuestión influye, sobre todo, que el 76,8% de la población española ya cuenta con la pauta completa de la vacuna. A pesar de que se ha superado el límite inicial del 70%, la variante Delta ha cambiado los planes y ha obligado a incrementar el porcentaje de personas vacunadas para alcanzar la conocida como 'inmunidad de grupo', aquel porcentaje de vacunados que dificulta la circulación del virus dada la inmunidad generalizada de la población.
Algunos estudios señalan que, ahora, habría que superar la frontera del 90% para hablar de una protección realmente efectiva contra el coronavirus, imposible de alcanzar sin administrar vacunas a la población con edades inferiores a los 12 años.
Mientras tanto, el efecto de las vacunas se nota. La progresiva desescalada de las restricciones no se ha traducido en un incremento de la incidencia acumulada y los indicadores siguen mejorando, alcanzando los mejores datos desde hace más de un año. Si sigue la situación, España alcanzará la situación de 'riesgo bajo' que el 'semáforo Covid' del Ministerio de Sanidad fija entre los 25 y 50 casos de incidencia. Una comunidad, Asturias, ya vive en situación de nueva normalidad, con una incidencia inferior a los 25 casos.
Navarra ya habla del "final de la situación pandémica" y el futuro del coronavirus
Mientras Madrid lleva la delantera en la relajación de las restricciones, otras comunidades emplazan a dejar atrás la pandemia para incluir la Covid-19 en el catálogo de enfermedades comunes del sistema de salud, como sucede con la gripe.
Eso es lo que sucede con Navarra, que en uno de sus últimos informes epidemiológicos ha señalado que la región se encuentra ante "el final de la situación pandémica". Sin embargo, el Gobierno foral especifica que esta circunstancia no implica el final del virus, sino que "probablemente se incorporará a la lista de infecciones que circulan de forma endémica o en epidemias estacionales".
Además, destaca que "no es descartable que el Covid-19 pueda ocasionar ondas en otoño o invierno, pero probablemente tendrán un impacto en la salud progresivamente menor gracias a la alta cobertura vacunas y a la aplicación de otras medidas preventivas por la población".
Y señala: "En las personas correctamente vacunadas, el riesgo debido al COVID-19 no es mayor al de otras enfermedades comunes como la gripe. Por el contrario, las personas adultas que no se han vacunado tienen un riesgo más de 10 veces mayor de presentar formas graves de la enfermedad si llegan a infectarse, y conforme pase el tiempo y las medidas preventivas se relajen, podrían adquirir la infección ante cualquier descuido".
¿Llega, por tanto, el final de la pandemia? Todo apunta a que la vacunación permite relajar restricciones, pero será crucial el avance en el porcentaje de inmunizados para atajar la variante Delta y, sobre todo, sobrepasar el invierno. La Covid-19 probablemente será una enfermedad más a tratar, pero sin la virulencia con la que la hemos conocido hasta ahora.