La Administración prepara las fechas para el pago del Ingreso Mínimo Vital (IMV), una prestación para prevenir contextos de pobreza y exclusión social en personas que viven solas o una unidad de convivencia y que carecen de recursos económicos para cubrir sus necesidades básicas.
El Gobierno aplica este año 2025 una revalorización de esta ayuda, similar a la que ya se aplica con las pensiones, que será del 9%. Por ejemplo, si una persona tiene una renta de 7.250,52 euros en el caso de estar sola, la subida ascenderá a una prestación de 7.905,72 euros anuales.
Esto implica que un adulto que vive solo pasará a recibir una prestación de 658,81 euros al mes, mientras que la unidad de convivencia compuesta por dos adultos y dos menores percibirá 1.251,75 euros mensuales como parte de la revalorización.
¿Cuándo se cobra el IMV en marzo de 2025?
En el caso de cobro de la prestación en marzo de 2025, se realizará durante los primeros días de abril, ya que habitualmente el IMV se cobra con el mes vencido. Según la normativa de la Seguridad Social, el ingreso se debe efectuar entre el primer y cuarto día natural de cada mes.
Sin embargo, algunas entidades bancarias han optado por adelantar el pago de esta prestación a todos sus clientes. Esto provoca que el cobro de esta prestación pueda variar dependiendo de la entidad en la que hayamos guardado nuestros ingresos.
Cabe recordar que no todo el mundo puede acceder a esta prestación. Para ello, se necesitan algunos requisitos básicos, como disponer de una residencia legal y efectiva en España, de al menos, un año antes de solicitar dicha ayuda.
Además, hay que demostrar ante la Administración una situación económica de vulnerabilidad, que se mide en términos de patrimonio, renta e ingresos de la unidad de convivencia. Además, debe ser estable, con un mínimo de seis meses de antigüedad.
También hay que tener en cuenta que se debe tener al menos 24 años para solicitar el IMV, aunque esta franja se reduce hasta los 19 si se tiene a un menor de edad a cargo. Además, se requiere haber agotado todas las vías para acceder a otro tipo de prestaciones.