El tablero político en España ha cambiado mucho en los últimos tiempos. Lejos queda aquel bipartidismo en el que el Partido Popular y el Partido Socialista Obrero Español se pasaban la pelota repartiéndose el pastel como querían. Ahora, sin embargo, la irrupción de Ciudadanos y Podemos ha revolucionado el sistema obligando a nuestros políticos a dar cabida a nuevas ideas, nuevos discursos y a entablar diálogosy consensos, algo a lo que estábamos muy poco acostumbrados.
Si bien el Congreso de los diputados a veces parece un gallinero en el que dan medallas a aquel que descalifique más al contrario, hubo tiempos en el que los hoy enemigos eran prácticamente íntimos. Es el caso de Ciudadanos, al que en más de una ocasión se le ha acusado de cambiar de discurso a conveniencia. Su mantra de "ni de izquierdas ni de derechas, somos de centro" bien podría traducirse por el más creíble "donde dije digo, digo Diego".
Tras navegar entre el PP y el PSOE para finalmente abandonar la socialdemocracia de su ideario para abrazar sin complejos liberal progresismo, la formación de Albert Rivera mantiene su postura catalogándose como un partido de centro, algo que prácticamente ya nadie cree más allá de sus filas.
Basta, no obstante, con navegar un poquito en la hemeroteca para descubrir que, en realidad, Ciudadanos nunca fue un partido de centro y que su carácter de derechas siempre ha sido más que evidente. Aunque ahora traten de ocultarla con cierto pudor, antes, cuando su relevancia política era nula, celebraban incluso a la extrema derecha de VOX.
Ciudadanos y VOX, con mucho en común
Sí, hubo un tiempo en el que Albert Rivera y Santiago Abascal, líder de la formación ultraconservadora, se declaraban amigos y aliados. Ambos coincidieron en 'El gato al agua' programa de debate político de Intereconomía, cadena caracterizada, precisamente, por mirar directamente a la derecha. Y en aquel contexto se dedicaron palabras de amor.
"Tengo una buena amistad con Santi", reconocía Albert Rivera ante la sonrisa de Abascal, quien le devolvía el piropo afirmando que se sentía "muy identidicado con el mensaje de unidad" del catalán. "VOX no es ni enemigo ni adversario", continuaba el líder de Ciudadanos. "Hay importantísimos puntos de contacto entre ambos partidos", concluía el de ultraderecha. Una bonita historia de amor que, de seguro, hoy en día prefieren no recordar.
Valorando el auge de Ciudadanos en detrimento de un desgastado PPy el ascenso de VOX que pronostican algunas encuestas, según las cuales apuntan que podría entrar por primera vez en el parlamento, Rivera y Ciudadanos podrían coincidir en el Congreso de los diputados en la próxima legislatura. ¿Continuará entonces su intensa relación?
