El pasado 1 de julio, en plena 'operación salida' a causa de las vacaciones de verano, el Gobierno en funciones anunciaba que para hacer frente a las pagas extra de las pensiones tendrían que sacar 8.700 millones de euros del fondo de reserva, la denominada hucha de las pensiones. Este 21 de julio hemos conocido que han extraído otros 1.000 millones para liquidar el IRPF de los pensionistas con Hacienda. En total, 9.700 millones extraídos en tan solo un mes.
A pesar de que el presidente del Gobierno afirma que las pensiones en España están aseguradas, lo cierto es que existen motivos para preguntarse cómo, exactamente, se van a asegurar esas pensiones. Hace unas semanas el FMI alertaba de que España era uno de los países que más se verán afectados por su demografía, ya que la combinación de una población envejecida, lo que implica un mayor gasto social, y unos altos porcentajes de deuda pueden dejar en una situación acuciante al país.
Por otro lado, la precarización laboral y la alta tasa de paro no son el contexto más propicio para estimular la economía y generar crecimiento. Por tanto, no es muy probable que se recauden los impuestos necesarios para que la hucha de las pensiones se recupere y para asegurar al cien por cien las pensiones.
Las pensiones y la hucha, no tan aseguradas
Tras haber sacado 9.700 millones de euros de ese fondo, el importe total de lo que queda son 24.207 millones, algo más del 2,2% del PIB nacional. Ya en diciembre el Gobierno de Rajoy sacó de la reserva unos 7.750 millones, a los que hay que sumar los 3.750 millones que también se utilizaron en los primeros seis meses de la legislatura. En total, en estos años el Gobierno popular ha sacado más de 42.000 millones para abonar 'pagos puntuales' de las pagas extra a los pensionistas.
Así, si en 2011 había en la hucha 66.815 millones, su punto más alto, actualmente esa cifra casi se ha dividido entre tres.
Esto ha sido posible, en parte, por una modificación en la ley que llevó a cabo el Ejecutivo de Rajoy, y que permitía al Gobierno coger más del 3% del fondo de las pensiones al año, lo que antes estaba prohibido. Esta modificación se acaba el 1 de enero de 2017, lo que plantea la duda sobre la forma en que se financiarán las próximas pagas extra: por un lado, en el caso de que se continúe sacando el dinero a este ritmo, para diciembre de 2017 las reservas se habrán acabado, con lo que no se aseguran las pensiones; por otro lado, si la ley no permite a partir del 1 de enero sacar más del 3% de la hucha, actualmente solo se podrían sacar en torno a 750 millones de euros, cifra insuficiente para hacer frente a las pagas extra. Por tanto, no se aseguran las pensiones.
¿Ingresar más o gastar menos? La eterna cuestión
Frente a esta situación tan dramática, ya se están poniendo sobre la mesa una serie de medidas que persiguen aumentar la recaudación a la Seguridad Social. Si bien durante estos últimos años los dos grandes partidos han puesto en marcha las conocidas 'medidas de austeridad económica' subiendo la edad de jubilación, aprobando una reforma laboral que 'flexibilice' el mercado y recortando el presupuesto, parece que las propuestas que los expertos ponen sobre la mesa pasan por aumentar la cotización, en lugar de reducir el gasto.
Una de las medidas más mediáticas fue la que propuso el PSOE, que ya había sido discutida anteriormente por el sindicato UGT: la idea sería aprobar un nuevo impuesto destinado íntegramente al pago de las pensiones. El sindicato también ha sugerido en los últimos meses un aumento en la carga tributaria para aquellas empresas con pocos trabajadores y grandes beneficios.
En esta línea de aumentar la recaudación, el secretario de Protección Social y Políticas Sociales de Comisiones Obreras, Carlos Bravo, en declaraciones a El Diario afirma que algunas medidas que se podrían tomar pasan por subir los tipos de cotización a la Seguridad Social o eliminar los topes de las bases máximas de cotización. Las cotizaciones a la Seguridad Social las pagan en parte los empresarios y los trabajadores, en un porcentaje relativo al sueldo del empleado. Sin embargo, a partir de una cifra ese porcentaje se mantiene, por lo que al aumentar el salario del trabajador no aumentan las cuotas que debe pagar a la Seguridad Social. Según Bravo, si se eliminasen los topes de las bases máximas de cotización se obtendrían 7.500 millones de euros más.
Sin embargo, el Partido Popular se muestra reacio a aprobar nuevos impuestos (de hecho, independientemente de la coyuntura económica han prometido bajarlos) y defienden que será el crecimiento económico lo que permitirá aumentar los ingresos a la Seguridad Social. Aun así, y aunque en mayo la afiliación a la Seguridad Social crecía en un 2,6% (en verano es difícil que esto no ocurra), la precariedad laboral y los contratos basura hacían que los ingresos por cuotas en ese mes creciesen apenas un 2,8%, al tiempo que las cuotas de los desempleados se hundían al 8%. Todo esto apunta, por tanto, a que la Seguridad Social estará en déficit a finales de año.
Hace solo un año la prensa se hacía eco de un informe que auguraba que la hucha de las pensiones se agotaría en 2020 si el paro continuaba estancado, en 2024 si bajaba al 15% y en 2028 si bajaba al 10%.El paro no ha bajado significativamente, pero la preocupación no es para 2020: la hucha de las pensiones se podría acabar el año que viene.