Continúa la alerta mundial iniciada por la aparición de la nueva variante del coronavirus, ómicron. Esta alarma está cobrando fuerza durante los últimos días, provoca cierres de fronteras, anuncios de nuevas restricciones y un estudio detallado por parte de las autoridades, ante el temor a reinfecciones o falta de eficacia de las vacunas.
La variante ya está presente en la Península Ibérica, con 13 positivos en Portugal. La variante ómicron preocupa por su rápida capacidad de propagación y por las incógnitas que todavía se mantienen, que podrían llevarnos a la casilla de salida de la pandemia.
Sintomatología
La primera doctora que alertó sobre la presencia de esta variante a las autoridades sudafricanas, Angelique Coetzee, señala que la mayoría de los pacientes suelen tener síntomas leves, pero preocupan los pacientes mayores, con comorbilidades o sin vacunar.
La mayoría de personas que han pasado esta versión de la enfermedad se quejan de sufrir una fatiga extrema, taquicardia o fiebre, pero en este caso no pierden el olfato o el gusto, como sí ha sucedido en otras mutaciones del coronavirus. Cabe destacar que la mitad de los pacientes infectados por esta variante no estaban vacunados.
Sin embargo, vuelve a preocupar especialmente la población vulnerable. Por ello, se pide un esfuerzo en la vacunación, que reduce el riesgo de entrar ingresado en una UCI o el fallecimiento. Además, a falta de conocer más aspectos sobre esta variante y pese a que las vacunas no son esterilizantes; sí que podría reducirse el riesgo de transmisión.
Con todo, junto a la vacunación, cabe mantener las medidas de seguridad que todos hemos aplicado durante la actual crisis sanitaria: mascarilla, distancia social y lavado de manos. Son las medidas que mejor han servido a la hora de frenar los contagios.
Angelique Coetzee lleva 33 años pasando consulta y también preside la Asociación Médica de Sudáfrica. Fue quien levantó la voz de alarma por primera vez ante la aparición de la citada variante y ahora ha descrito los síntomas que hemos comentado.
Sudáfrica estudia, mientras tanto, nuevas restricciones, sin descartar la posibilidad de aplicar un nuevo confinamiento. También se estudian vías para reforzar la campaña de vacunación, ya que tan solo un tercio de la población ha recibido el pinchazo.
