El Instituto de la Grasa (IG), dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha desarrollado un estudio publicado en la revista Nutrients, en el que propone un nuevo sistema de puntuación para evaluar la calidad nutricional de los aceites y grasas comestibles.
"Los aceites y grasas comestibles han estado en el punto de mira por su alto contenido calórico e incluso por su relación con las enfermedades cardiovasculares, no siempre de forma acertada y con suficiente evidencia científica", ha explicado el CSIC en una nota de prensa.
"Grasas y aceites son una parte esencial de la dieta humana, pero seleccionar la mejor opción entre la gran variedad de productos disponibles puede ser un desafío tanto para los productores de alimentos como para los consumidores", señala el CSIC.
De este modo, la nueva metodología que propone el Instituto de la Grasa es un algoritmo que considera como criterios de evaluación la constitución de compuestos de naturaleza lipídica en diferentes aceites y grasas comestibles establecidos por las principales organizaciones internacionales que ofrecen recomendaciones dietéticas y alegaciones en materia de salud.
La posición de los distintos aceites
El estudio ubica los distintos aceites que podemos encontrar en el mercado. Y señala que el aceite de oliva representa el alimento con la mejor calidad nutricional, con una puntuación de 100. Se extrae con métodos tradicionales y cuenta con una calidad superior, con el mayor contenido en antioxidantes y la mejor preservación de las características organolépticas.
Por detrás del aceite de oliva, nos encontramos tres variedades que también destacan por su calidad. En este caso, las tres variedades empatan: son el aceite de lino, el aceite refinado de oliva y el aceite de orujo de oliva, que obtienen 86 puntos.
El aceite de lino puede tener un precio algo superior en comparación con el resto de aceites vegetales como consecuencia de su proceso de extracción y su contenido de ácidos grasos omega-3, pero las otras dos opciones suelen tener un precio más bajo que el aceite de oliva, ya que se someten a procesos de refinamiento, algo que implica un mayor grado de procesamiento y purificación.
El estudio elaborado por el CSIC también revela que todos los aceites vegetales, con excepción de la margarina y el aceite de coco, así como las grasas del pescado, han sido clasificadas por encima de 50. El resto de grasas animales evaluadas han obtenido puntuaciones por debajo de 50.