Los tambores de guerra en el seno del PP llevaban meses retumbando hasta que finalmente la crisis terminó por estallar. A un lado el líder nacional de la formación, Pablo Casado, junto a su fiel secretario general, Teodoro García Egea; y al otro la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. Han sido días de batalla sin cuartel que han provocado un incendio cuyas consecuencias son imprevisibles.
Cronología del guerra
Miércoles 16 de febrero
La mecha se encendía en la noche del miércoles 16 de febrero cuando El Confidencial y El Mundo publicaron informaciones que aseguraban que desde la dirección nacional se habían hecho gestiones para espiar a Ayuso por el supuesto cobro de comisiones por parte de su hermano en un contrato de suministro de mascarillas durante los peores momentos de la pandemia, en la primera ola del coronavirus. El PP salió a desmentirlo "tajantemente" anunciando que tomaría "las medidas judiciales oportunas" ante lo que tildaron de "falsedades".
COMUNICADO DEL PP
— Partido Popular (@populares) February 16, 2022
El Partido Popular desmiente tajantemente las informaciones publicadas en relación a una supuesta investigación sobre los contratos sanitarios adjudicados por la Comunidad de Madrid y tomará las medidas judiciales oportunas ante estas falsedades.
Jueves 17 de febrero
Las informaciones publicadas por los medios apuntaban que altos cargos de PP próximos a la dirección nacional eran los que habían contactado con los detectives privados para encargar dicha investigación a Ayuso. Se apuntaba directamente a Ángel Carromero, director de Coordinación de Alcaldía de Madrid, que señalado decidió dimitir con efecto inmediato el jueves 17.
José Luis Martínez-Almeida, alcalde de Madrid y portavoz nacional del PP, por su parte, salió para desmentir el espionaje mientras ABC lanzó que la comisión del hermano de Ayuso por mediar en ese contrato sanitario ascendería a 280.000 euros. Es una cifra que sale de Génova.
Ante esto, Ayuso compareció ante los medios de comunicación para acusar a la dirección de su partido de haber actuado con ella de un modo "cruel" e "injusto". "Espero que la dirección nacional del PP pruebe que yo obligué a hacer ningún contrato con nadie, que ha habido tráfico de influencias, que ha habido algo irregular", retó, asegurando que las "relaciones comerciales" de su hermano con la empresa suministradora de mascarillas habían sido "completamente legales".
"Es muy doloroso que dirigentes de tu partido, en lugar de respaldarte, sean quienes te quieren destruir", lanzó, para terminar pidiendo adelantar el congreso del PP madrileño para dar voz a los afiliados.
La respuesta vino por parte del secretario general del PP, desmintiendo haber elaborado "ningún dosier sobre Ayuso", a la que acusó de haber hecho "declaraciones casi delictivas contra Pablo Casado y los miembros de la dirección nacional del PP". Así, Egea anunció la apertura de un expediente informativo contra la presidenta regional.
Viernes 18 de febrero
No fue hasta el viernes 18 de febrero que Pablo Casado se atrevió a dar la cara en una entrevista en la Cope, donde defendió que se ha limitado a "pedir información en el ámbito interno" a Ayuso para aclarar si ha existido "una irregularidad o falta de ejemplaridad". El presidente del PP además dio por buenas las cifras adelantadas por la prensa: 286.000 euros de una supuesta comisión y se preguntó si Priviet Sportive, la empresa a la que la Comunidad de Madrid compró mascarillas, actuaría como "testaferro" de Tomás Díaz Ayuso, hermano de la presidenta. "Yo, cuando presida el Gobierno de España, no permitiría que un hermano mío cobrara 300.000 euros por un contrato adjudicado directamente por mi Consejo de Ministros", agregó.
"Todo se puede resolver hoy mismo arrojando transparencia, principios y ejemplaridad".
— Partido Popular (@populares) February 18, 2022
???? @pablocasado_ en @HerreraenCOPE pic.twitter.com/DNE78kyLPM
Ayuso acabó reconociendo que su hermano sí que habría cobrado comisión pero que esta no era ilegal que ella no había intervenido en nada. A través de un comunicado expuso que se trató de un pago de 55.580 euros por las "gestiones realizadas para conseguir el material de China y su traslado a Madrid".
???? Comunicado de la presidenta de la Comunidad de Madrid, @IdiazAyuso. pic.twitter.com/lUTyVvcN1B
— Comunidad de Madrid (@ComunidadMadrid) February 18, 2022
En paralelo, los barones del PP reclaman que se frene el conflicto cuanto antes. Alberto Núñez Feijóo, presidente de la Xunta de Galicia, pide cintura para parar la "hemorragia". "Se ha cometido un error y es Casado quien debe subsanarlo antes del congreso nacional", valoró. Juanma Moreno Bonilla, presidente de la Junta de Andalucía, por su parte, se limitó a pedir "unidad y respeto mutuo". Alfonso Fernández Mañueco, Presidente en funciones de Castilla y León, reclamó "que la verdad se abra paso". Solo el presidente de Murcia, Fernando López Miras, apoyó públicamente a Teodoro García Egea.
Sábado 19 de febrero
La presión de los barones obliga a Casado y a Ayuso a reunirse. El sábado 19 se sabe que el día anterior se encontraron en Génova. El líder del PP ofrece a la presidenta madrileña cerrar su expediente informativo a cambio de que ella afirme públicamente que no ha habido espionaje contra ella. Ayuso lo rechaza y filtra a la prensa que la reunión ha sido "infructuosa". Pese a todo, la dirección nacional cedió y optó por cerrar el expediente informativo dando por buenas las explicaciones de la lideresa sobre los cobros de su hermano.
Domingo 20 de febrero
Entre 3.000 y 3.500 personas se manifiestan en las puertas de la sede nacional del PP, en Génova 13 (Madrid) para exigir la dimisión de Pablo Casado y de Teodoro García Egea. Los manifestantes claman en defensa de Ayuso con cánticos que la elevan a futura candidata a la Presidencia del Gobierno. Presionado por las protestas y los barones, Casado convoca para el lunes 21 el Comité de Dirección del PP.
Las heridas de Pablo, Teodoro e Isabel
Finiquitada la guerra ahora toca hacer balance de daños. ¿Ha habido algún ganador? Es difícil saberlo, pero se puede hacer un pequeño análisis de las consecuencias que tendrá para cada uno de los protagonistas. ¿Ha habido perdedores? Han perdido todos, pero unos más que otros.
El gran señalado en esta crisis es Teodoro García Egea. Muchas voces dentro del partido apuntan al murciano como el gran responsable de esta crisis. Los barones, a excepción de su amigo Fernando López Miras, consideran que es él el que debe asumir todas las responsabilidades de esta guerra, por lo que, como primera medida, se está pidiendo su cabeza a Pablo Casado.
Pero Pablo Casado se resiste a cortarse su mano derecha, lo que continúa debilitándolo. Tras haberse plegado a Ayuso, su autoridad y liderazgo ha quedado totalmente en entredicho, por lo que ya son muchos los que dudan de que sea el candidato ideal para optar presidir el Gobierno. El objetivo pasaría por rearmar al PP de cara a la cita electoral del 2023, quizás con una dirección renovada.
Aunque para muchos Isabel Díaz Ayuso es la vencedora de este conflicto, lo cierto es que su imagen también ha quedado perjudicada con sombras de corrupción. El caso ya está en manos de la justicia ya que la oposición en la Comunidad de Madrid (Más Madrid, PSOE y Unidas Podemos) lo ha llevado ante la Fiscalía. Su credibilidad y ejemplaridad, tal y como el propio Casado señaló, están cuestionadas. Otro aspecto a señalar es el fanatismo que despierta la presidenta madrileña. Los exaltados ante Génova ejemplifican esa polarización de la que adolece la sociedad, polarización a la que Ayuso ha sido la primera en contribuir.
Alberto Núñez Feijóo: ¿el futuro del PP?
En mitad de la guerra, ha sido Alberto Núñez Feijóo el que ha dado voz a la cordura. Después de haber amasado cuatro mayorías absolutas en Galicia se convirtió en uno de los pilares más robustos dentro del PP representando, eso sí, todo lo contrario a Ayuso. Feijóo mantiene un perfil moderado, conciliador y dialogante alejado de las estridencias y tono trumpista de la madrileña.
Feijóo ha salido a exigir que se cierre la crisis abierta y que se frenara la sangría que se estaba produciendo. Nadie duda de sus capacidades y desde algunos sectores populares es señalado como favorito para relanzar a la formación tras una guerra de la que le será difícil reponerse.
Castilla y León y Andalucía
Teniendo en cuenta que el conflicto estalló pocos días después de la pírrica victoria del PP en Castilla y León, donde VOX confirmó su auge al convertirse en la tercera fuerza política en la región, las negociaciones para formar Gobierno ahora tendrá que ir por otros derroteros. Los de Alfonso Fernández Mañueco, ante los últimos sucesos, han perdido fuerza negociadora, por lo que los de extrema derecha elevarán sus exigencias.
Por su parte, si los resultados en Castilla y León alejaron la posibilidad de un adelanto electoral en Andalucía, la guerra popular ha terminado por fulminarla. Así, el pacto de Juanma Moreno Bonilla con Ciudadanos podría acabar la legislatura de manera natural hasta que las aguas se calmen.
El PSOE coge oxígeno y VOX se frota las manos
Con el principal partido de la oposición debilitado, el Gobierno de Pedro Sánchez sabe que podrá coger oxígeno. El PSOE disfrutará de mayor tranquilidad aunque eso debería aprovecharlo para lucirse, especialmente tras sus malos resultados en Castilla y León. Aunque algunas voces incluso planteaban la posibilidad de un adelanto electoral como puntilla al PP, no parece que esto entre en los planes de Sánchez dado que la coalición funciona.
El otro gran beneficiado de esta guerra es, sin duda, VOX. Ante la esperpénticamente crisis, los votantes más a la derecha del PP terminarán por pasarse al partido de Santiago Abascal, que espera que se produzca un sorpasso. Si finalmente esto sucede y por esta crisis crece la extrema derecha, habremos perdido todos.