El conflicto en Oriente Próximo no es nuevo, pero el ataque que Hamás lanzó contra Israel el pasado 7 de octubre ha dado lugar a uno de los momentos más sangrientos en la región en los últimas décadas debido a la brutal respuesta del Estado judío sobre Palestina y, en especial, sobre la Franja de Gaza.
Pero para entender la actual situación hay que viajar al pasado para analizar el origen del conflicto y la evolución de las relaciones entre Israel y Palestina, la situación de Hamás, así como el papel de la comunidad internacional.
Palestina, bajo control británico
Palestina, en el siglo XVI, era tierra de árabes bajo el control otomano. Así se mantuvo durante varios siglos hasta que el XIX comenzaron a formarse los primeros asentamientos judíos comprando territorios a los otomanos o a los terratenientes árabes. Estos judíos llegaban de Europa, donde eran perseguidos, al mismo tiempo que nacía el sionismo, movimiento que surge en el Viejo Continente de la mano de Theodor Herzl como respuesta, precisamente, a esa persecución y que proclama el derecho hebreo a constituir un Estado judío en Palestina.
Durante la Primera Guerra Mundial, Francia y Reino Unido firmaron en secreto el conocido como pacto Sykes-Picot (1916), en el que se dividían los territorios de Oriente Próximo, Palestina incluida, en el caso de que la Triple Entente ganase el conflicto. Este acuerdo configuró las fronteras de la región después de la Guerra.
Palestina quedó bajo control británico, aumentando durante este tiempo la población judía en la zona, generándose rivalidad y desconfianza entre estos y los árabes. A este respecto, la Sociedad de Naciones abogaba por la creación de sendos Estados en Palestina, uno árabe y otro judío. Algo que ya había plasmado el Gobierno británico antes incluso de que acabara la Gran Guerra con la Declaración de Balfour en 1917, que suponía el primer reconocimiento del derecho judío a crear un Estado. En la misma línea se pronunciaron los franceses con la Declaración Cambon.
Holocausto y propuesta de la ONU de dividir Palestina en dos Estados
Sin embargo, la llegada de Adolf Hitler al poder provocó que las migraciones de judíos hacia Palestina se multiplicaran. Esto dificultó aún más la convivencia entre ambas religiones. Es más, los judíos comenzaron a crear instituciones autónomas a modo de sociedades políticas organizadas e independientes.
El enorme impacto internacional que causó el Holocausto, exterminio judío perpetrado por los nazis, resultó trascendental en el devenir de la cuestión palestina, ya que se asumió la necesidad de crear un Estado judío como compensación simbólica. Así, en 1947 la Organización de las Naciones Unidas (ONU) propuso un plan para la partición de Palestina en dos Estados, uno judío y otro árabe, además del establecimiento de un organismo internacional dirigido por la ONU para administrar Jerusalén.
1948: Declaración del Estado de Israel
El plan fue aceptado por los judíos pero no por los árabes estallando así el enfrentamiento entre ambos. Los colonos judíos continuaron en su proceso de ocupación de territorios que habían sido asignados para los árabes y cuando finaliza el mandato británico, el 14 de mayo de 1948, el entonces primer ministro israelí, David Ben-Gurion, declaró la creación del estado de Israel. Estados Unidos, Europa y la Unión Soviética los reconocieron inmediatamente.
Primera guerra árabei-isralí
Así dio comienzo a la primera guerra árabe-israelí en la que una coalición de países árabes integrada por Egipto, Siria, Irak, Jordania y Líbano atacan al nuevo Estado. En 1949 se firma un acuerdo de armisticio. Pero durante este conflicto se estima que unos 700.000 palestinos se vieron obligados a abandonar sus hogares en un éxodo conocido como la 'Nakba' (catástrofe). Israel, en su contraataque, se apoderó de gran parte del territorio que la ONU había asignado a los árabes para el Estado palestino, a excepción de Gaza y Cisjordania. Israel también se hizo con el control de Jerusalén occidental.
El 11 de diciembre de ese mismo año, la asamblea general de la ONU aprueba la resolución 194 que, entre otras cosas, acuerda el retorno de los palestinos refugiados y le desmilitarización de la frontera.
Guerra de los Seis Días
Así llegamos a 1964, cuando los palestinos fundaron la Organización para la Liberación de Palestina (OLP). Pero en 1967 el 'reparto' de lo que había sido Palestina volvió a cambiar tras el conflicto armado conocido como la Guerra de los Seis Días. Egipto, que apoyaba la lucha palestina, pidió a la ONU, con tropas desplegadas para mediar entre israelíes y egipcios, que las retirase de la península del Sinaí, que hacía frontera con Israel. En este escenario, Egipto desplegó sus propias tropas en la frontera.
Por ello, Israel atacó la zona en su segundo gran enfrentamiento contra la coalición árabe obteniendo una gran victoria al tomar Gaza, Cisjordania y también Jerusalén este, de Palestina, así como la península del Sinaí y los Altos del Golán, territorios ambos de Egipto.
También en 1967, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó la resolución 242, pidiendo la retirada de los territorios ocupados por parte de Israel, así como el fin del estado de beligerancia entre las comunidades y reivindica el derecho a vivir en paz dentro de las fronteras, seguras y reconocidas. Es la propuesta de Tierra por Paz, por la que la ONU pide a Israel que ceda el control de parte de los territorios ocupados a cambio de paz.
Estos conflictos derivaron en un aumento del sentimiento nacionalista entre los palestinos, que se materializó en varios atentados, como el de los Juegos Olímpicos de Múnich de 1972, cuando se secuestró y asesinó a 11 atletas israelíes, así como un policía. El atentado fue obra del grupo terrorista Septiembre Negro, una organización que había tenido algunos nexos con la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), entones bajo el liderazgo de Yasir Arafat.
Guerra de Yom Kippur
Un año más tarde, en 1973, estalla la Guerra e Yom Kippur cuando Siria y Egipto quisieron recuperar sus territorios ocupados por Israel en la Guerra de los Seis Días atacando por sorpresa a Israel, que resistió nuevamente. El bloque soviético apoyó a Egipto y Siria, mientras que Estados Unidos mostró su apoyo a Israel. La ONU pidió el fin del conflicto, pero tardó en conseguir la firma de los implicados en la guerra para un alto el fuego.
Este conflicto tuvo un importante impacto en las relaciones entre Israel y Egipto, que más tarde firmarían la paz, en 1978, en los Acuerdos de Camp David, según los cuales se devolvía la soberanía de la península del Sinaí a Egipto a cambio de que este reconociera a Israel como un Estado. Esto fue visto por parte del mundo árabe como una traición a la causa de Palestina.
Israel continuó intensificado la expropiación de territorios y creación de nuevos asentamientos y en 1982 invadió el Líbano para acabar con las bases de apoyo a las guerrillas palestinas y para expulsar a la OLP. El problema se agravó con los ataques israelíes a los campamentos de refugiados palestinos de Sabra y Chatila, donde se produjeron matanzas indiscriminadas de civiles. La presencia militar Israelí en Líbano se prolongó hasta el año 2000, cuando se retiró ante el acoso de la guerrilla libanesa Hezbolá.
Primera Intifada
Fue un accidente de coche el que hizo estallar la conocida como Primera Intifada, el primero de los dos grandes levantamientos populares en Palestina para acabar con la ocupación israelí en los territorios. El el 8 de diciembre de 1987 un israelí chocó contra dos camionetas de trabajadores palestinos, provocando la muerte de cuatro ellos. Palestina lo vio como un acto de venganza por la muerte a puñaladas de un israelí en Gaza días antes.
Este levantamiento palestino, que arrancó en Gaza para después estallar en Cisjordania, se alargó seis años provocando la muerte de unos doscientos israelíes y cerca de mil trescientos palestinos. En este conflicto surgió Hamás, una organización que articulaba el establecimiento de un estado islámico en la Palestina histórica. El jeque Ahmed Yasín lo fundó como ala palestina de los Hermanos Musulmanes.
En 1988 Yasir Arafat proclamó la independencia de Palestina aceptando la solución de los dos estados reivindicando los Territorios Palestinos definidos antes de la guerra de 1967 y designando a Jerusalén Este como su capital. Sin embargo, Palestina nunca ha sido reconociendo un Estado a nivel internacional de manera unánime.
Cumbre de Madrid y Acuerdos de Oslo
Tras el fin de la Guerra Fría, las razones del conflicto entre árabes e israelíes persistían e incluso se habían agravado. En este contexto Estas Unidos trata de buscar una solución bajo la perspectiva, eso sí, de proteger sus intereses de su tradicional aliado: Israel. En 1991 de celebra la Cumbre de Madrid que solo sirve para que Israel redujese su confrontación con Siria, Jordania y Líbano, ya que el Estado febrero negó a los palestinos la legitimidad para participar en las conversaciones.
Pero esta senda abierta en Madrid dio paso a los Acuerdos de Oslo de 1993 en los que, auspiciados por Bill Clinton, israelíes y palestinos logran algunos acuerdos. Israel se comprometido a retirar sus efectivos militares en Gaza y se reconoció la legitimidad de la Autoridad Nacional Palestina como gobierno provisional de los territorios palestinos de Cisjordania y Gaza. Yasir Arafat fue aceptado como interlocutor y líder palestino. Además, prevén un acuerdo de paz para 1999.
Rabin, Arafat y el entonces ministro de Exteriores israelí, Shimon Peres, ganaron el Premio Nobel de la Paz en 1994 por estos acuerdos. En 1995 se complementan estos con los denominados Acuerdos de Oslo (II), que prevén un mayor control palestino sobre territorios adicionales de la Franja y Cisjordania y define los acuerdos económicos, de administración pública, electorales y de seguridad hasta que se llegue al acuerdo de paz en 1999.
Así se llegó a las Conversaciones de Camp David de 1999 en las que Israel se negó a aceptar la resolución 242 de la ONU en la que le obligaba a la retirada completa de los territorios ocupados, a la búsqueda de soluciones para la cuestión de los refugiados palestinos y a la capitalidad compartida de Jerusalén.
Segunda Intifada
El cambio de rumbo quedó ratificado en el año 2000 tras una visita institucional de varios políticos israelíes a la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén. En la delegación estaba el militar retirado Ariel Sharon, líder del partido ultraconservador Likud y exministro de Asuntos Exteriores que un año después sería nombrado primer ministro de Israel.
Para Palestina, esta visita a un lugar sagrado para el Islam fue interpretada como una provocación dando lugar a manifestaciones que adquirieron tintes violentos dando lugar a la Segunda Intifada, más cruda que la primera. Cerca de cuatro mil palestinos y unos mil israelíes perdieron la vida en este conflicto que se alargó hasta 2005.
Durante este tiempo Israel aumentó su control territorial y levantó, en contra de la postura del Tribunal Internacional de Justicia, un muro a lo largo de la frontera de Cisjordania que aisló a un 10% de la población palestina y que se presenta como un símbolo de la opresión. También en este periodo tiene lugar el atentado de Pascua, en 2002, un ataque perpetrado por Hamás en el que mueren 30 civiles en un hotel de la ciudad de Netanya (Israel), al que el Ejército israelí responde con una reocupación de partes de Cisjordania, incluida la ciudad de Ramala, donde se encuentran la sede de la Autoridad Palestina y el cuartel general de Arafat.
Hamás llega al poder en Gaza
El 11 de noviembre de 2004 muere Yasir Arafat y en enero de 2005 le sucedió Mahmud Abas. Pero en las elecciones de 2006 la organización islamista Hamás obtuvo la mayoría absoluta. Israel, Estados Unidos y parte de la comunidad internacional se niegan a reconocer la autoridad de los fundamentalistas desatando duras disputas internas que han provocado la división de Palestina entre Gaza, controlada por Hamás, y Jordania, bajo la autoridad de la OLP.
La respuesta de Israel ante el control de la Franja de Gaza por parte de Hamás es el establecimiento de un (aún más) férreo bloqueo de la región con el que sólo permitía la entrada de alimentos básicos a la zona. Desde 2008 el Estado hebreo ha llevado a cabo varias ofensivas siendo la de mayor envergadura la de 2014. Israel lanzó una operación denominada 'Margen protector' en la que invadió el territorio durante 50 días provocando la muerte de unos dos mil civiles palestinos.
EEUU reconoce Jerusalén como capital de Israel
Ante una tensión siempre creciente, Donald Trump, presidente de Estados Unidos, agitó el avispero al reconocer formalmente en 2017 a Jerusalén como capital de Israel. Dos años más tarde, también reconoce la soberanía israelí sobre los Altos del Golán. Todo ello provocó numerosas protestas, manifestaciones y actos de violencia, no sólo en Gaza o Cisjordania, sino también en los países vecinos como Egipto, Jordania, Irán o Irak.
Conflicto entre Israel y Hamás
En este contexto, Israel ha continuado avanzando en la construcción de asentamientos ilegales judíos en suelo palestino, lo que viola el derecho internacional, según ha advertido la ONU. En 2021 estallan nuevas manifestaciones que tienen por respuesta un uso desmedido de la fuerza por parte de Israel para reprimirlas, lo que lleva a Hamás a disparando cohetes desde la Franja de Gaza hacia Israel. A ello hay que sumar una operación antiterrorista lanzada en Cisjordania que convierte el 2022 en un año especialmente mortífero para la población palestina.
Hasta llegar a 2023, cuando el atentado de Hamás a dado pie a Israel a lanzar una brutal ofensiva en la que se pretende arrasar con Palestina mientras Estados Unidos y Europa mantiene su apoyo a Benjamín Netanyahu, primer ministro de Israel. Cuando se cumple un mes del conflicto, ya son más de 10.000 los muertos en la Franja de Gaza debido a los ataques israelíes