La votación de la investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno ha circulado por una importante senda de obstáculos desde las pasadas elecciones del 23 de julio. Unos comicios que, además, fueron adelantados ante la sorpresa de todos y en plena presidencia española del Consejo de la UE.
El resultado que arrojaron las urnas fue totalmente incierto. Prácticamente por primera vez en democracia, ambos bloques se dieron por ganadores y tanto en Génova como en Ferraz salieron a celebrar los resultados. El trabajo previo del candidato popular, Alberto Núñez Feijóo, por intentar llevarse a Junts hacia su bloque se encontraba en el Ayuntamiento de Barcelona, donde había intentado ceder el Consistorio a Xavier Trías, algo que incluso se barajó, pero el contexto finalmente se impuso en el transcurso de los meses y finalmente esta opción "no estaba sobre la mesa", cuando previamente el partido se consideraba una formación "cuya tradición y legalidad no están en duda".
En el bloque progresista, las chispas saltaron inicialmente con los cinco diputados que representaban a Podemos. La formación morada no encontró acomodo en la nueva plataforma de Yolanda Díaz, Sumar. Se trata de la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, junto a Javier Sánchez Serna, Noemí Santana, Martina Velarde y la secretaria de Organización, Lilith Vestrynge.
A ellos también se ha sumado la ministra de Igualdad, Irene Montero, que han encabezado críticas a la acción de Yolanda Díaz y han reiterado la necesidad de incluir a Montero en el nuevo Ejecutivo de coalición con el PSOE, una decisión que finalmente no se ha producido.
Pactos y negociaciones
Los pactos y negociaciones se han desarrollado a lo largo de los últimos meses. El PSOE ha buscado, primero, reeditar la coalición de gobierno, que finalmente selló el pasado 24 de octubre, en un acuerdo con Sumar, la plataforma de Yolanda Díaz.
En virtud del pacto alcanzado entre ambos partidos, se contempla una reducción de la semana laboral hasta las 37,5 horas, la aprobación de un impuesto para la banca, ampliar el parque público de viviendas, ampliar los objetivos de la Ley de Cambio Climático, universalizar la educación de 0 a 3 años y ampliar los permisos retribuidos de nacimiento, entre otras medidas.
El PSOE también ha alcanzado pactos de investidura con formaciones en el Congreso de los Diputados. Especialmente relevante ha sido su acuerdo de investidura con las formaciones Junts y ERC, que recogen una Ley de Amnistía que se ha situado como caballo de batalla durante las semanas previas a la investidura.
A pesar de todo, este acuerdo, no ha resquebrajado a las bases socialistas. Una consulta interna realizada por el PSOE el pasado 4 de noviembre reveló que el apoyo entre sus bases a los acuerdos con Sumar y el independentismo contaban, dentro del partido, con un 87%. Este sondeo contó incluso con mayor participación que la realizada en 2019, un 63,4%.
A pesar de las discrepancias con Yolanda Díaz, quienes también vivieron una consulta interna fueron en Podemos. La formación de Ione Belarra celebró un sondeo que derivó en un 86% de apoyos para la investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno, aunque solo su investidura.
Manifestaciones
En todo caso, la polarización política ha ido aumentando durante los días previos a la celebración del pleno de investidura. Las manifestaciones en la sede nacional del PSOE, en la madrileña calle Ferraz, han sido una realidad, con varias plataformas, como el movimiento Revuelta, que ha sido vinculado a VOX, y agrupaciones como la formación Democracia Nacional o algunos movimientos de extrema derecha, que han agitado estas movilizaciones.
El objetivo de estas movilizaciones implicaba desarrollar una especie de movimiento 15-M, similar al desarrollado en 2011, para canalizar el descontento ciudadano. Algunos manifestantes, incluso, han protagonizado acampadas ante el Congreso.
El movimiento ha tenido un importante despliegue en redes sociales, un canal a través del que se han compartido vídeos de todo tipo de contenido. No ha impedido, sin embargo, la realidad del resultado electoral: los números de la democracia y los pactos prevén que Pedro Sánchez sea elegido como presidente del Gobierno durante una nueva legislatura.
