La ambición de los influncers puede llegar hasta límites insospechados por un poco de promoción, reconocimiento y más seguidores. Una influencer de moda estadounidense conocida como The Fashion Ambionist en Instagram, bajo el nombre de Marissa Fuchs, ha recibido una avalancha de críticas en redes sociales por la controvertida, aunque también glamurosa, pedida de mano junto a su pareja Gabriel Grossman.
En la actualidad, existen una infinidad de formas para sorprender a esa persona con la que se pretende tener una vida en común. Porque, aunque un 37% de los jóvenes españoles no se plantee seguir la tradición, muchos aún desean que llegue el que podría ser el día más idílico y soñado de sus días. En ese caso, las sorpresas a la hora del gran momento se hacen cada vez más extravagantes, diferentes y multitudinarias.
Es el caso de esta pareja americana, muy lujosa y llena de ostentación, aunque quizá no tan digna de admiración para algunos fans, que han criticado el presunto patrocinio y engaño de la fashionista hacia sus fieles admiradores.
Grossman quiso que su -ahora- prometida tuviera una pedida de mano poco convencional, llena de misterio y sorpresa. ¿El resultado? Una Marissa Fuchs que tuviera que ser partícipe de ''una búsqueda del tesoro" alrededor del mundo, durante 48 horas.
La directora de marcas externas en Goop se recorrió Nueva York, Miami y París, en las que encontró todo tipo de regalos como joyas de oro y diamantes, además de prendas de las firmas más prestigiosas y espléndidos regalos. La joya de la corona fue una boda simbólica en París delante de sus familias, que esperan que sus allegados contraigan matrimonio próximamente en Estados Unidos.
El conjunto de publicaciones, con bien de filtros, poca ingenuidad y sin misterio alguno, levantaron las sospechas de los seguidores de la modelo.
Todo por el dinero y la fama
Ante las críticas por el supuesto troleo de hacer creer a todo el mundo la pedida de ensueño que Marissa había tenido por parte de su novio Gabriel Grossman, varios fueron los periodistas y comunicadores que intentaron destapar la tapadera de la pareja, como es el caso de Taylor Lorenz, periodista de la revista The Atlantic.
Lo que este acontecimiento y su despliegue suponían, además de la originalidad del mismo, captó la atención de Lorenz, que decidió investigar la situación detalladamente, sobretodo después de que Melissa se grabara viendo el video de su novio. Momento en el que supuestamente reacciona a lo que su novio había organizado.
La periodista dedujo que la proposición había estado financiada por marcas, que debido a la fama y los seguidores de Fuchs en Instagram, habrían querrido llegar a algún tipo de colaboración que permitiera a la pareja realizar todos los viajes y ostentaciones de la pedida.
From her "surprise" engagement pitch deck: "We're pleased to offer your brand the opportunity to align with this momentous occasion and the beautiful cities she will be visiting along the way." https://t.co/uEhs6mWRHepic.twitter.com/OYnP8wVxgl
— Taylor Lorenz (@TaylorLorenz) 20 de junio de 2019
No era posible que Grossman hubiera movido todos y cada uno de los hilos y pensado todo de la manera en la que ocurrió, por lo que la comunicadora cree que la pareja planeó el proyecto y lo vendió a las marcas. Por tanto, dejaba en evidencia a la influencer por la evidente simulada sorpresa, pretendiendo fingir ante su audiencia.
Pese a que la pareja ha desmentido que estuviera amañado y que todo fue fruto de su amor, la influencer acabó confesando que ya tenía en mente los planes de su pareja.
Muchos usuarios en redes a día de hoy son ya conscientes de la hipocresía de algunos influencers, que pretenden fidelizar a sus seguidores con este tipo de actos promocionales, incluidas las bodas, que para muchas y muchos suponen el día más feliz de sus vidas. Pues bien, en el mundo de la fama y el lujo, a estas alturas todo está banalizado y si la gente vive conforme con ello, es una decisión completamente personal y respetable.