"Estamos aquí para disculparnos por las acciones con las que los cristianos hemos herido a la Comunidad LGTBI". Con estas palabras, la Comunidad cristiana LGTBI ha pedido perdón por la discriminación que la Iglesia ha mantenido hacia las personas de este colectivo en la manifestación del Orgullo en Manila.
A pesar de la sencillez de la reivindicación, lo cierto es que las comunidades religiosas filipinas mantienen una postura más abierta hacia estos colectivos. No se trata de una visión unánime, pero las congregaciones que apoyan a las personas LGTBI están creciendo en todo el país y ya ofrecen la posibilidad de contraer matrimonios religiosos.
"No toda la sociedad filipina está abierta a los matrimonios entre homosexuales, pero nuestra familia nos ha apoyado mucho", relata Manato, una mujer lesbiana que ha contraido matrimonio en una celebración que ha incluido a doce parejas.
El principal promotor de esta idea es el reverendo Crescencio Agbayani, fundador en el año 2012 de la Iglesia Cristina LGTBS. En ella, se incluyen lesbianas, bisexuales, transexuales o gays; aunque la 'S' menciona a 'straight', es decir, a los heterosexuales: "lo hacemos porque somos una comunidad inclusiva, todos tenemos cabida".
Desde hace cinco años, Agbayani oficia bodas colectivas con parejas del mismo sexo con el fin de promover "la concienciación y la aceptación de la sociedad". Por todo ello, reconoce que su política no deja de ser rebelde: "Los filipinos somos muy religiosos, pero por desgracia la Iglesia de Roma no nos acepta. Por ello, la Iglesia LGTBS nació para proveernos de un espacio seguro para la oración", ha defendido el reverendo.
Filipinas es uno de los países en los que el catolicismo cuenta con mayor extensión: "Ser ateo no es una opción porque venimos de una tradición religiosa y espiritual", relata el religioso.
Piden al Gobierno su legalización
El país asiático, sin embargo, muestra una postura completa negativa a la legalización de este tipo de matrimonios. El 85% de la población es católica practicante y aún no aceptan la postura de estas congregaciones.
A pesar de ello, la Iglesia LGTBS continua reclamando derechos: por ello, piden al Ejecutivo de Rodrigo Duterte el cambio del artículo primero y segundo del Código de Familia, elaborado en 1987, que solo permite el matrimonio de las parejas heterosexuales. Algo que podría pasar en un futuro, ya que el presidente ha mostrado en alguna ocasión su planteamiento de su medida, a pesar de acumular todo tipo de polémicas.
Mientras tanto, las parejas homosexuales cuentan con la aprobación de la Iglesia, algo que sirve de consuelo ante la negativa de las autoridades a reconocer su enlace: "Estamos muy felices y emocionadas", han confesado Rosemary Ramirez y Rowena Yap-Diangco, de 38 y 41 años, una pareja de mujeres lesbianas que han contraído enlace ante la bendición de familiares y amigos. Y de la Iglesia, algo inédito en el mundo.