Un estudio publicado en The Journal of Sexual Medicine analizó los índices hormonales de más de 4.000 jóvenes estadounidenses entre 1999 y 2016, y ha corroborado que los hombres nacidos en la pasada década presentaban niveles de testosterona más bajos que los nacidos durante los primeros años del siglo XXI.
Además, no es el primer trabajo que declara algo parecido. En 2007 el New England Research publicó un estudio que admitía que había habido un descenso del 17 % en los niveles de testosterona entre los hombres de 65 años de 2002 y los hombres de 65 años de 1987. Los niveles de testosterona descienden alrededor de un 0,5 % anualmente.
Causas y consecuencias
Si bien es cierto que la testosterona suele decrecer con la edad, todavía hay problemas debido a la fiabilidad de las muestras y de los métodos empleados en cada generación para medir estos niveles, ya que los estudios están basados en la información recogida a lo largo de las décadas.
Las causas son diversas: puede ser la edad, el abandonar el trabajo, la vida sedentaria, la contaminación atmosférica o incluso un amplio abanico de transformaciones en nuestra vida y nuestras relaciones.
Esta disminución general ha provocado que los hombres recurran, cada vez más, a diferentes fármacos que disparen sus niveles de testosterona, aunque también parece que la situación se haya convertido en un círculo vicioso.
La obesidad entre hombres va en aumento, algo que disminuye también la testosterona, y esto, por su parte, dispara las posibilidades de la obesidad. Esta disminución, además, conlleva consigo menor líbido, menor energía física y mayor riesgo de depresión.
Cómo aumentar los niveles de testosterona
La testosterona es la responsable de las características sexuales masculinas, del aumento de la masa muscular, la fuerza y la densidad ósea, de la distribución de la grasa por el cuerpo y de los patrones de pérdida de pelo, entre otras cosas.
Según Woom Fertility, para mantener bien los niveles se debe mantener una alimentación y un estilo de vida saludables, siendo relevante incluir alimentos en nuestra dieta que contengan vitaminas y minerales esenciales, grasas monoinsaturadas y Omega 3. El zinc, además, es imprescindible para la producción de testosterona. Asimismo, alimentos como el atún, la leche, los huevos, ostras, mariscos, carne, aguacates, nueces, arroz integral, frijoles, uvas, ajo, miel, col o sandía son también beneficiosos para mantener en forma los niveles de testosterona.
