Existe una estrecha relación entre el número de muertes de trabajadores en su empleo o de camino a él y la crisis económica. Esto podría deberse a la precariedad en la que los empleados tendrían que trabajar, ya que las personas que más mueren se dedican a la construcción o al transporte. Y es que desde 2008, justo cuando comenzó la inestabilidad económica, hasta finales de 2017, 6.433 personas han perdido la vida en sus puestos de trabajo.
Si desplegamos los datos que el Ministerio de Empleo y Seguridad Social nos encontramos que en 2008 fallecieron 1.065 personas; 831 en 2009; 757 en 2010; 716 en 2011; 564 en 2012; 558 en 2013; 467 en 2015; 476 en 2016 y 484 en 2017. Sólo en durante el primer mes de 2018 se cuantificaron 42 muertos, mientras 39.523 personas sufrieron un accidente en su puesto de trabajo o camino a él.
En cuanto a los accidentes que provocan estas muertes o bajas laborales las cifras en 2017 fueron muy elevadas: 583.425, en ese año había 19 millones de personas trabajando, aunque los accidentes han descendido de manera considerable desde 2008 cuando se registraron 896.679. A quienes más afectan estos accidentes y como consecuencia mueren más, son los trabajadores de la construcción con 79 fallecidos o quienes se dedican al transporte terrestre con 96 muertos.
Derogar la reforma laboral de 2012
Desde UGT denuncian que "los accidentes de trabajo no paran de crecer" y que estas cifras son "inasumibles". Además, el sindicato culpa de las muertes a la reforma laboral de 2012 llevada a cabo por el Gobierno de Mariano Rajoy y por tanto exigen su derogación. También desde UGT piden un mayor control en las inspecciones de trabajo para que las empresas cumplan con la normativa de prevención de riesgos laborales y no se permita que estas mantengan a sus empleados en situación de precariedad.
Recordemos que según el informe 'Benchmarking Working Europe 2018' elaborado por la Confederación Europea de Sindicatos, entre los que se encuntra la UGT, señalaban que la situación de los trabajadores y trabajadoras de nueve países de la Unión Europea es aún peor que antes de la criris. Entre estos países se encuentra España, puesto que la situación de los empleados no mejora sino que sigue empeorando. Tanto que incluso la Comisión Europea y en Banco Central Europeo reclaman el aumento de los salarios, lo que se traduciría en una mayor calidad de los empleos y por otro lado, la economía podría verse impulsada como consecuencia de la subida de los sueldos.
