Hay ocasiones en las que hay que apretarse el cinturón. Si la economía no va bien, y el sueldo no llega a fin de mes, los caprichos se reducen, las compras se minimizan, e incluso hay productos que pueden tener varios usos y permitirnos así ahorrar unos euros. Algo así sucede con el pintalabios rojo, un item de cosmética que se vende en grandes cantidades en cuanto la economía entra en recesión. Quien nos iba a decir que una barra de labios iba a ser más exacta que muchos brokers de fama.
Colorete, sombra y pintalabios
Seguro que en alguna ocasión te has duchado con gel en todo tu cuerpo sin usar champú, o hayas dado más de un uso a una hoja de afeitar desechable por lo mucho que valen. Pues bien, algo parecido pasa con el carmín.
Y es que además de pintar tus labios de color pasión, una buena barra de labios roja puede servirte para dar algo de color a tus mejillas y párpados. Tomándolo con cuidado y espolvoreándolos de manera habilidosa, un lipstick rojo suele ser más barato que un colorete de alta gama o una sombra de ojos.
Esta medida, que habrá sido usada en más de un tocador, parece que tuvo un gran repunte en el inicio de la crisis económica, allá por 2008. L'Oreal, considerada por muchos la empresa de cosmética más afamada del mundo, llegó a subir hasta un 5% sus ventas en el inicio de la recesión, con un producto estrella: su pintalabios rojo pasión. Este proceso no era nada nuevo, sino que según expertos, durante el crack del 29 sucedió algo parecido.
Por poner un ejemplo de este éxito, otra de las grandes compañías de cosmética, Estée Lauder, comenzó su aventura en el mundo empresarial en 1946, recién acabada la II Guerra Mundial. La pobreza hacía volver a producir pintalabios a expuertas.
Los calzoncillos, otro gran indicador
Si con los pintalabios ya te habías quedado en shock, hemos de decirte que no son los únicos productos que son un buen reflejo de la situación económica. Los calzoncillos también reflejan el aumento o descenso de poder adquisitivo. No todo el ahorro queda en las mujeres.
Tal y como apunta Cribeo, los hombres tienden a dar más uso a su ropa interior vieja en momentos de crisis. De hecho, para muchos el nivel de ventas de una mercería respecto a la ropa interior masculina es un buen indicador para medir la economía de una zona determinada. Si la cosa va bien, la compra de calzoncillos, corbatas y calcetines se disparará, mientras que si la cosa va más apurada quizá no molestará mucho usar calzoncillos antiguos una buena temporada.
De esta manera, queda claro con ejemplos como estos que serán los productos más comunes los que verdaderamente muestran con claridad la salud de una economía nacional. Acostumbrados a ver ventas de pisos, coches o productos de lujo, en este caso los calzoncillos o los pintalabios pueden ser el mejor indicador. Y tú, ¿cada cuánto los compras?