Los planes de Pugidemont para debatir la independencia de Cataluña el próximo jueves 26 de octubre en un pleno en el que contará con el apoyo de los 72 diputados soberanistas (mayoría absoluta), se prevé sin sorpresas.
El Govern en pleno está mostrando un apoyo de cara al público, cerrado en torno a las decisiones del president. Sin embargo, estas posturas están marcando una serie de diferencias que se están intensificando según avanzan los días y que están provocando un serio debate en el Ejecutivo autonómico.
El punto que más preocupa en el Govern se centra en la querella por sedición que ya está preparando la Fiscalía contra todos los diputados que apoyen la DUI y que puede comportar penas de prisión de hasta 30 años.
El que marca mayores diferencias con el president es el conseller de Empresa, Santi Vila, al que une con Puigdemont una estrecha amistad desde hace tiempo. Su postura, especialmente conservadora en torno al procés, está provocando algún movimiento dentro de su área, que se ha visto especialmente afectada con la salida de más de 1.000 empresas de la región.
Tampoco se muestra dispuesto a cumplir estrechamente la hoja de ruta el titular de Interior Joaquim Forn, que no quiere lanzar a los Mossos contra la Guardia Civil en un escenario que provocará una tensión sin precedentes, tal y como señala El Confidencial. A pesar de ello, cumplirá con la disciplina de voto de JxSí, al igual que el resto de sus diputados.
Junto a ellos, también se suma la voz de la consejera de Gobernación, Meritxell Boràs y otra de ERC, tradicional formación separatista, con el consejero de Justicia, Carles Mundó, que ha mostrado sus dudas con los tintes que ha tomado en las últimas semanas este procés.
Los más fieles
Por otro lado, el president cuenta con un equipo de miembros fieles a su hoja de ruta y que han estado apoyando todos sus gestos durante las últimas semanas. Incluso, alguno de ellos han determinado o propuesto ideas para continuar con el procés.
La consejera que muestra mayor entusiasmo en la deriva del Govern es la Consejera de Educación, Clara Ponsantí, que ya saltó a la palestra por dar una rueda de prensa en español en la que evidenció que no tenía conocimientos del idioma. No supo, siquiera, construir las frases que pronunciaba, tal y como se evidencia en este vídeo.
Su idea para sumar apoyos al procés se materializaría en eliminar las tasas universitarias o anulas los peajes en las autopistas, dentro de un paquete de medidas con el que 'demostrar' que la gestión de una Cataluña independiente sería mucho más ventajosa para sus ciudadanos.
También se ha mostrado especialmente leal el consejero de Presidencia, Jordi Turull; el titular de Exteriores, Raül Romeva y, sin duda, el número dos de JxSí y líder de ERC, Oriol Junqueras.
Consecuencias penales
El debate se centra, por tanto, en las consecuencias penales que podrían enfrentar los parlamentarios que apoyen la DUI y que sufrirán en el caso de que la independencia no se haga finalmente efectiva.
La Justicia ya ha abierto diversos procedimientos penales contra los 700 alcaldes que permitieron la consulta del 1-O y nada apunta a que en este caso se mire hacia otro lado como si nada hubiera sucedido.
En este caso, el aforamiento de los 72 diputados llevará la causa al Tribunal Supremo, que actuará con celeridad para procesar a los miembros de JxSí y la CUP por un delito de sedición, castigado con hasta 30 años. Una situación que muchos de los miembros del Govern quieren evitar.