Podríamos comenzar el artículo versionando la ya archiconocida frase de Piqué y exclamando un "Pedro J. Ramírez, contigo empezó todo". Y es que, desde la salida del exdirector de Diario 16 y fundador de El Mundo, el periplo de los directores de este último ha sido, como poco, tortuoso.
1 El despido de Pedro J., el fundador
Pedro J. fundó El Mundo tras su salida en 1989 de la dirección de Diario 16, y se mantuvo como máximo dirigente del periódico hasta 2014, año en el que fue cesado en torno a una gran polémica alimentada por el propio Pedro J. en una entrevista ni más ni menos que a The New York Times. En dicha entrevista denunciaba que había sido despedido "por hablar claro", azotaba a Mariano Rajoy y declaraba que se había mostrado "hostil hacia las verdades incómodas", así como "indiferente respecto a la opinión pública".
2 Caída de ventas y segundo director despedido
El sucesor de Pedro J. al mando del periódico fue el periodista Casimiro García-Abadillo. No cabía la sorpresa en esta decisión, pues García-Abadillo era el director adjunto del diario y uno de los pilares de este, siendo responsable de la línea editorial del periódico. Es por ello que, tras la marcha de Pedro J., poco varió en la realidad de El Mundo, más allá de las fugas de algunos elementos históricos del periódico (como Fernando Baeta, exdirector de la versión digital) hacia el nuevo periódico de Ramírez, El Español.
Este "inmovilismo", en contraposición al "perfil digital" que pedían los dirigentes de Unidad Editorial (editora, entre otros, de El Mundo), fue la justificación que esgrimieron para destituir, de nuevo, al director del periódico, tan solo 14 meses después de su nombramiento. La destitución fulminante, sumada a la incomparecencia del director de Unidad Editorial para dar explicaciones, causó un gran malestar en la plantilla de El Mundo y, en consecuencia, un conato de huelga para protestar. Lo único que apaciguó el fuego en la redacción fue una llamada a la calma del ya exdirector García-Abadillo, apelando a centrarse en el siguiente número. La herencia que dejaba Casimiro García-Abadillo podía resumirse en una caída del 13,9% de las ventas y del 12,85% de distribución de El Mundo (datos de la Oficina de Justificación de la Difusión, OJD).
3 Huelga y un nuevo despido
Si bien en aquella mini-crisis acaecida el año pasado finalmente no se llevó a cabo la huelga amenazada, sí que la ha habido durante 2016 por parte de un gran número de periodistas de El Mundo, debido al ERE que planteaba Unidad Editorial y que dejaría en la calle a 224 empleados del grupo. De este modo, el 4 de mayo, y por primera vez desde 1989, los quioscos amanecían sin El Mundo en su sección de diarios. Y fue esta crisis la que comenzó a crispar los ánimos entre David Jiménez, el que era director desde la salida de García-Abadillo, y Fernández-Galiano, director de Unidad Editorial desde el año 2011: el director de El Mundo no aceptaba el despido forzoso de 94 de sus empleados, llegando a negarse a confeccionar una nueva plantilla, mientras que desde Unidad Editorial se negaron a aceptar el plan de bajas voluntarias que propuso Jiménez. El drama estaba servido, más aún atendiendo a cómo habían acabado las últimas peleas de gallos por aquellos lares: con Pedro J. y García-Abadillo fuera del corral.
La historia acabó como todos conocemos. David Jiménez fue destituido el mismo mes de mayo. La sorpresa llegó cuando, una semana después, Jiménez denunció a quien le echó -Unidad Editorial- por recibir presiones mientras era director de El Mundo.
4 David Jiménez denuncia a Unidad Editorial
No se trata, sin embargo, de una noticia especialmente sorprendente, pues era sabido que la empresa que aglutina, entre otros, a El Mundo, no veía con buenos ojos la animadversión de Jiménez hacia el Partido Popular, ejemplificada perfectamente en la decisión del director de prescindir del polémico columnista Salvador Sostres.
Este viraje de El Mundo hacia la crítica al PP, defendido por el propio David Jiménez diciendo que El Mundo "no apoya partidos políticos sino valores", no fue bien acogido por parte de los habituales compradores del rotativo, así como a la sección más conservadora del periodismo patrio (Periodista Digital llegó a titular un artículo como "El Mundo no quiere un PP fuerte y se echa a los brazos de Podemos y Ciudadanos"). Por otro lado, tampoco encontró el respaldo de Unidad Editorial, como empresa aglutinadora de medios como esRadio (del que es propietaria junto con Libertad Digital, comandado, por un lado, por el catolicismo de Intereconomía y, por otro lado, por el liberalismo conservador de Jiménez Losantos) o la ultraconservadora 13TV (financiada por la Iglesia Católica).
Por estos motivos, era vox pópuli que David Jiménez habría sido presionado por la empresa a la que pertenece El Mundo, pero no fue hasta el pasado día 2 de junio que se confirmó, en una denuncia presentada contra Unidad Editorial por el tercer director de El Mundo cesado en tres años. En dicha denuncia alegaba "una vulneración de los derechos fundamentales y de la cláusula de conciencia por parte de Antonio Fernández-Galiano Campos, presidente de Unidad Editorial". ¿Qué quiere decir exactamente que se ha vulnerado la "cláusula de conciencia"? Básicamente, que se impidió a Jiménez su independencia profesional en su labor como director de El Mundo, aludiendo en las protestas de Pedrojota cuando fue cesado en 2014. Para mayor polémica, el 5 de marzo había sido despedido el entonces director de Marca (también parte de Unidad Editorial), Óscar Campillo, quien, semanas después, interpuso otra demanda por despido improcedente a la editora.
De este modo, la empresa Unidad Editorial y, en concreto, su presidente, se hallan en el ojo del huracán. En primer lugar, por el ERE que pretenden llevar a cabo en numerosos medios de la empresa y, en segundo lugar, por las denuncias de exdirectores de algunos de sus buques insignia (El Mundo y Marca) por despido improcedente y, lo que es peor, por vulnerar presuntamente el derecho a la "cláusula de conciencia" de sus periodistas.
Toca esperar, de este modo, a ver si el culebrón continúa o, por el contrario, García Cuartango -sustituto de David Jiménez- consigue enlazar más de año y medio de trabajo al frente de El Mundo, cosa que no consiguieron ni García-Abadillo (14 meses) ni Jiménez (12 meses).