La crisis del coronavirus ha supuesto un punto de inflexión en la crisis de los supermercados DIA. La firma de supermercados enfrentaba hasta la fecha número rojos, el cierre de más de 800 tiendas en toda España, despidos e incluso problemas con proveedores. Pero todo ha cambiado.
La actual crisis sanitaria ha supuesto un drástico aumento en la demanda de sus productos. Los supermercados están vendiendo como nunca lo han hecho, algo de lo que se benefician, especialmente, de los confinamientos: es la cadena con mayor presencia territorial y la gente, en esta época, apuesta ante todo por formatos de proximidad.
La facturación de las tiendas se ha disparado, hasta el punto de que la cuota de mercado ya alcanza su mejor dato en doce meses, un 6,6%, volviendo a alejarse de Lidl, que parecía tomar la delantera.
De esta forma, DIA ha experimentado un crecimiento durante estas semanas por encima, incluso, de la firma que domina actualmente el sector, Mercadona. Y todo, por su expansión geográfica, pero también por algunas reformas que se habían planteado para reformar el modelo y que, sorprendentemente, encajan con el actual escenario.
Marca blanca y alianza con Glovo como fortalezas
Dos de las apuestas del inversor ruso, Mijaíl Fridman, están obteniendo buenos resultados. El primero, la potenciación de la marca blanca, donde se racionaliza el surtido y se lanzan novedades adaptadas al mercado de 2020. Estos productos están incrementando su demanda con el paso de los días.
Pero, también, está siendo fundamental la alianza que ha sellado con Glovo. Mientras que el resto de empresas se ve con problemas para distribuir los pedidos a domicilio, en DIA están utilizando a los riders de comida rápida para distribuir la compra a los domicilios. Y están permitiendo unos plazos de entrega muy superiores a la media.
Con ello, además, se han habilitado más franjas de reparto, se ha incrementado en un 29% la flota de camiones y se han reforzado los turnos creando uno más de noche. Con ello, el volumen de pedidos se ha incrementado en una media del 50%.
Todo ello ha llevado a incementar su estructura, algo que sorprende porque hace solo unas semanas se iba a empezar a despedir a empleados. Hay 1.000 nuevas contrataciones, principalmente de preparadores de pedidos, personal de reparto a domicilio y de almacén.
Este incremento de personal, se suma a la mencionada alianza con Glovo, que ha ampliado sus envíos a domicilio a un área de 54 nuevas poblaciones con 2,5 millones de personas. Además, DIA ya tiene acuerdos sellados anteriormente con Amazon Prime Now, lo que supone un desahogo que no disfrutan otras empresas.
La demanda de pedidos a domicilio ha sido tan elevada, que incluso la cadena ha cerrado ocho tiendas al público para reconvertirlas en una especie de almacenes online. Por el momento hay cinco en Madrid, uno en Sevilla, otro en Cádiz y otro más en Málaga. Una estructura que se suma a la que ya tenía en Madrid (un local) y Barcelona (2 locales).
Acciones disparadas
Todos estos movimientos se han materializado en la Bolsa, donde la compañía registraba mínimos históricos. Las acciones, que se encontraban a 0,054 euros el 9 de marzo, ya valen 0,13 euros, un avance del 140%.
La perspectiva, por el momento parece buena, todo lo contrario de lo que se esperaba hace tan solo unos meses. Los clientes están experimentando cómo funciona en esta situación la empresa mediante su venta online, empiezan a comprobar algunos de los cambios que está experimentando y vuelven a entrar a sus tiendas.
Ahora, la firma tiene la oportunidad de fidelizar y recuperar clientes. Todo apunta a que DIA se dirige hacia el final del via crucis que ha vivido durante los últimos años.