Si hace una década nos hubiesen dicho que el consumo de crema de cacahuete iba a estar tan normalizado en España, seguramente nos hubiésemos llevado las manos a la cabeza. A algunos solo les sonaba de las películas americanas, otros lo habían probado en sus viajes a Estados Unidos y otros ni siquiera sabrían de qué les estaban hablando.
La crema de cacahuete no es ni más ni menos que un montón de cacahuetes tostados triturados. Un alimento que aporta grasas sanas y proteínas, y además relativamente fácil de hacer: solo hay que triturar -con paciencia- hasta conseguir que el fruto seco suelte su aceite y se mezcle, haciéndose crema. El cacahuete también es rico en fibra, fósforo, potasio, zinc, magnesio, niacina, tiamina, folatos, vitamina E y vitamina B6.
¿Dónde está el problema entonces? En que la industrialización de este producto ha hecho que hoy nos encontremos botes de crema de cacahuete en el supermercado. Y por supuesto, esto no sería perjudicial de no ser porque las alternativas ofrecidas llevan azúcares agregados e incluso aceite de palma y otros aditivos o saborizantes que modifican una crema de cacahuete básica, simple, fácil, sencilla, pero, sobre todo, muy nutritiva.
Crema de cacahuete en Mercadona
Como no iba a ser menos, los supermercados españoles se lanzaron a la aventura de comercializar este producto. Uno de ellos fue Mercadona en 2019. Por supuesto arrasó en ventas, y no solo se mantiene, sino que la familia ha ampliado y ahora cuenta también con una versión con un toque crujiente. Pero, ¿es saludable?
"A la hora de interpretar las etiquetas de los alimentos, es muy importante ver los ingredientes que la conforman y en qué cantidad se encuentran, y en este caso, el ingrediente único es el cacahuete", explica al respecto Sara Súarez al frente de la clínica Tu dietista en una entrevista en Business Insider. " Al no contener ningún otro ingrediente como aceite de palma o azúcares añadidos, podemos decir que es saludable".
Pero que sea saludable no quiere decir que no engorde: si se toma en grandes cantidades puede llevar a un aumento de peso, pues por cada 100 gramos, contiene 50 de grasas y 618 kilocalorías.