Polémica. Esa es la palabra que resume la iniciativa de una empresa peruana para, según aseguran, combatir la violencia machista: lanzar piñatas en forma de mujer y "satisfacer el deseo de golpearlas".
De esta manera, según ellos, ninguno agredería a una mujer humana. Sin embargo, lo que para ellos fue pensado como una solución al problema, para muchos colectivos es un lastre que evidencia cómo ciertos sectores siguen relegando a la mujer a un papel inferior. Sin duda, un tipo de negocio que sigue promoviendo el machismo y un parche para un problema que también se sufre en el país latinoamericano.
La empresa ha promocionado la iniciativa a través de una página de Facebook titulada 'Mujer Piñata', sin embargo, debido a las críticas recibidas, sus propios creadores habrían cerrado y por tanto, borrado su contenido de la red. Supuestamente, se describía como un "colectivo feminista, preocupado por la satisfacción de los hombres y el empoderamiento de las mujeres".
"Fabricamos muñecas femeninas para golpear, basadas en la que el cliente escoja", explicaban, apuntando a que lo único que necesitan para crear una muñeca piñata al gusto del consumidor es una foto "en buena calidad". "Nosotros hacemos la piñata 'look alike' de la persona deseada", subrayaban en un comunicado.
¿Empoderamiento femenino o negocio puramente lucrativo?
Además de los colectivos que no tardaron en condenar esta idea, las redes se unieron a esta moción y decidieron apoyar el cierre de la página, lanzando cientos de mensajes desaprobando la iniciativa, en contra de sus creadores. Entendible desde todos los puntos de vista, pues no puede considerarse como una solución para terminar con la violencia machista o, como otros sectores la denominan, de género.
Por otro lado, los comentarios de otros usuarios no iban en contra del papel de la mujer con respecto al hombre atribuido por las mentes pensantes de Mujer Piñata, sino que relegaban la situación a un plano diferente. De hecho, cuando aún permanecía abierta, la página aseguró, en primer lugar, que buscaban "aprovechar la situación de violencia contra la mujer en el Perú para generar trabajo", algo que no gustó nada a la comunidad en Facebook. Mucha incongruencia en el discurso detrás de esta propuesta.
Pese a que Perú, país de origen de estos emprendedores, es uno de los países de Sudamérica con el menor índice de asesinatos por violencia a la mujer, al menos 2.800 mujeres fueron víctimas del machismo en América Latina y el Caribe a lo largo del año 2017, número que preocupa al Gobierno y a las autoridades. Tan solo en Perú se registraron unos 150 asesinatos de mujeres a manos de un hombre en 2018. En lo que va de año, unas 100 habrían perdido su vida como víctimas de violencia machista.
