María Dolores de Cospedal, ex secretaria general del PP y ex ministra de Defensa, se retiró de la política tras más de 20 años de dedicación. Una renuncia espoleada por las diferentes conversaciones que mantuvo con el comisario José Manuel Villarejo y que salieron a la luz. Esto provocó una serie de presiones internas -a nivel de partido- y externas que le llevó a esta retirada política.
Ahora, como le ocurría a Rajoy y su vuelta como registrado de la propiedad, Cospedal ha recuperado su antiguo puesto de trabajo en la Abogacía del Estado. Ha sido destinada más concretamente a la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo, según EFE. En la actualidad, esta Sala lleva importantes casos de gran repercusión mediática. De hecho, la ex ministra de Defensa tendrá que defender los intereses del gobierno de Pedro Sánchez en la posible exhumación del dictador Francisco Franco.
Defenderá a Pedro Sánchez
Cospedal, como informa El Plural, entra a formar parte del equipo de abogados del Estado en el Tribunal Supremo. En una sala que lleva los principales casos de corrupción del país y donde se produjo el polémico proceso sobre las hipotecas. Algunas fuentes consultadas por El Plural expresan su extrañeza a la hora de que Cospedal ocupe un puesto tan "uno de los puestos más codiciados y buscados por todos los abogados del Estado" y algunos dicen que quizá este puesto es "de adscripción provisional hasta que se le conceda un destino definitivo".
Por lo tanto, Cospedal tendrá que defender los intereses del ejecutivo de Pedro Sánchez cuando su jefe lo estime oportuno. Una profesión que ejercía desde 1991, primero como asistente jurídica en el País Vasco y después en el Servicio Jurídico del Ministerio de Obras Públicas, Transportes y Medio Ambiente, antes de comenzar su carrera política en el Partido Popular a mediados de los 90.
