Comparado con su anterior encuentro en 'Salvados' en un bar de Barcelona, casi como un par de colegas desenfadados que incluso tenían alguna que otra cosa en común, este último debate entre Pablo Iglesias y Albert Rivera que emitió ayer laSexta ha sido Vietnam. Con un tono mucho más crudo que el anterior y unos "piques" pre-anunciados esa misma tarde en Twitter, los líderes de Podemos y Ciudadanos desenterraron el hacha de guerra entre diversas acusaciones por parte de ambas partes.
A pesar de que parece que no les quedó nada en el tintero, es muy probable que Iglesias y Rivera se hayan callado ciertas cosas que no les parecieran adecuadas para un debate "de buen tono". Ambos aseguraron haber evitado acusaciones y enfrentamientos dignos de "la vieja política", sin embargo, creemos que, en el fondo, rabiaban por soltar alguna de estas frases o añadir una guinda a sus declaraciones:
1 "Nunca nos hemos ido de cañas juntos. Una vez compartimos una tapa de tortilla en el Congreso porque era la última que quedaba, pero nada más"
Así desmontaba Rivera, antes de empezar el debate, el Pablert (la pareja Pablo-Albert, una de las más demandadas en Twitter). Eso sí, se ahorró esta batallita conjunta para no levantar más rumores.
2 "A veces he caído en un tono bronco. El otro día, sin ir más lejos, le grité a Errejón y le dije que se encerrara en su despacho a pensar en lo que había hecho"
Iglesias es consciente de que debe rebajar su tono, a veces rayando en lo agresivo, en la vida política. Así se lo hizo saber a Rivera, aunque al final prefirió guardarse el ejemplo de su regañina al número 2 de Podemos.
3 "Pablo, te voy a pedir una cosa: tú que tienes mano y que conoces a la gente del gobierno de Maduro, ayúdanos a sacar a los presos políticos. Comprométete aquí, en esta mesa, a ser el héroe que Gotham necesita"
"O mueres como un héroe, o vives lo suficiente para verte convertido en el villano", apuntó más tarde el líder de Ciudadanos mirando fijamente a Iglesias.
4 "El 20-D no hubo gobierno porque al PSOE no le dejaron pactar con nosotros. Íbamos a cambiar el mundo, ¿sabéis? [Aquí se levantó y miró por la ventana dramáticamente] Íbamos a ser grandes. Lo teníamos todo. Con mi encanto venezolano y su sonrisa Vitaldent, España habría tomado un nuevo rumbo"
Pablo Iglesias tenía una versión extendida de su explicación a la pregunta de Jordi Évole de por qué creía que no había habido, finalmente, gobierno en las pasadas elecciones. Su dramático comentario sobre el PSOE tenía continuación con una historia apasionada y dolorosa.
5 "España no tiene gobierno porque vosotros, tú y el PP, os habéis dado la mano. Sé que los lunes por la noche Rajoy y tú quedáis para ver 'Juego de Tronos' y pedir comida tailandesa en Just Eat"
El líder de Ciudadanos utilizaba el principio de esta declaración para referirse a la oposición de Podemos y PP al acuerdo PSOE-Ciudadanos, que finalmente no contó con los apoyos necesarios. Indignado y dolido, Rivera tenía un as en la manga sobre la vida privada de su contrincante, pero decidió guardárselo.
6 "Yo voy a sentarme en la mesa con quien pueda formar Gobierno; puede ser con el PSOE, el PP... Y con Podemos para ponernos de acuerdo en algunas cosas. Y quién sabe. Por mí también podría reunirme con UPyD, con los animalistas, ¿de los toros hay algo? Con esos también, con el Frente Popular de Judea, con la Nueva Orden..."
Rivera tiene una opinión clara respecto a los pactos tras el 26-J, y anunció que, por él, podría reunirse con varios partidos para llegar a un acuerdo de Gobierno. Por eso no descartamos que barajara estas otras opciones que, desgraciadamente, se eliminaron en la edición final del programa.
7 "Lo que es demagogo es ir a Grecia a darle abrazos a Tsipras. Nosotros vamos a Grecia a darle abrazos a niños que están allí. Esa es la diferencia entre tú y yo. Yo he llegado a Grecia arrastrándome con llagas en las manos, un peluche y un bote de Pringles en cada bolsillo de la chaqueta solo por ellos. Así que deja de hacer demagogia"
Uno de los puntos más delicados del debate fue el de los refugiados, momento en el que ambos se acusaron el uno al otro de demagogia. La conflictiva respuesta de Albert Rivera da pie a pensar en todo aquello que, al final, decidió callarse.
8 "Aunque haya habido un tono más duro, el respeto ha estado en la mesa. Si yo me he aguantado las ganas de partirle la boca al payaso este, se dice y punto"
No lo sabemos con certeza, pero seguramente este era el pensamiento que corría por la cabeza de Pablo Iglesias cuando, al finalizar el debate, aseguraba que el respeto se había mantenido todo el rato.
