Nada ni nadie que se relacione con la política se exime de polémica, ni si quiera un sello. Y es que, el pasado 10 de noviembre, la empresa Correos anunció la emisión de un sello conmemorativo en honor al centenario del Partido Comunista Español. Este sello cuenta con la simbología del partido, con el martillo, la hoz y la estrella, y con los colores de la bandera republicana: morado, amarillo y rojo.
Tras esta noticia, desde la Fundación Española de Abogados Cristianos se realizó una petición judicial para cancelación de la emisión de este sello, con la argumentación de que el sello iba en contra de la neutralidad de las instituciones públicas y que el PCE era "un partido político que cometió crímenes y persiguió a miles de personas únicamente por la razón de su fe". Esta demanda fue desestimada más tarde por parte del Juzgado Contencioso-Administrativo número 30 de Madrid, desestimación realizada por parte de la Magistrada Carmen Casado Guijarro.
Tras permitir de nuevo la venta del sello, la jueza afirmó que esta autorización se ceñía al procedimiento legalmente establecido, ya que no se han visto los motivos requeridos legalmente para la cancelación de la emisión de este sello.
A su vez, se han impuesto costas judiciales al demandante, por lo que tendrán que cubrir los gastos que se hayan originado por el proceso de esta denuncia
Efecto rebote
La suspensión temporal de la venta de este sello tuvo un efecto rebote, ya que tras la desestimación de la demanda, en 48 horas se vendieron más de 50.000 ejemplares, y después de 3 semanas se han agotado los más de 135.000 ejemplares que salieron a la venta.
La Comisión Filatélica, organismo que revisa la emisión de los signos de franqueo, ha dado el permiso para la producción una segunda edición del polémico sello que contará con 300.000 unidades
