La Covid-19 ha cambiado por completo al mundo. El coronavirus, originado en la ciudad china de Wuhan a finales de 2019, pronto se convirtió en pandemia saltando a todos los contienentes, que se han tenido que enfrentar a una crisis sanitaria, económica y social sin precedentes. Ya son más de 16,5 millones de contagiados en todo el mundo y más de 650.000 muertes.
Mientras la comunidad científica trabaja en encontrar una vacuna en la mayor brevedad posible, la investigación en torno al coronavirus continúa para acotar los síntomas, ajustar tratamientos y, también, determinar el origen de la Covid-19. Muchas teorías han surgido al respecto, desde murciélagos a un laboratorio secreto en Wuhan.
Ahora, una nueva teoría apunta a que origen del coronavirus se sitúa en el espacio. Chandra Wickramasinghe, un astrofísico conocido por su decidido apoyo a la teoría de la pansmermia (hipótesis que señala que la vida llegó a la Tierra desde un meteorito), argumenta que es posible que el virus estuviera viviendo en un cometa y que una parte de esta roca con este patógeno habría caído en forma de bola de fuego en China en octubre de 2019.
Wickramasinghe señala además que es probable que otros cuerpos hayan portado virus, cruzado su trayectoria con la nuestra y comenzado brotes de otras enfermedades, tales como el síndrome respiratorio agudo grave (SRAS), una grave enfermedad que a principios del siglo XXI también causó miles de muertos por todo el planeta.
¿Es posible esta teoría?
Lo cierto es que Wickramasinghe lleva décadas apuntando a este tipo de teorías. Sin embargo, la comunidad científica invalida sus argumentos sobre el origen extraterrestre de las enfermedades.
"No tendría precedentes descubrir que un virus podría sobrevivir a la radiación a la que estaría expuesto en un viaje tan largo por el espacio y aún así poder infectar a los humanos después de aterrizar", explica el astrobiólogo Graham Lau en Space.
Además, Wickramasinghe no ha presentado evidencias sólidas para apoyar sus afirmaciones. "Aunque es una idea interesante, no tenemos ninguna razón para aceptar esa idea en este momento", añade Lau, que deja claro que es importante que la comunidad científica señale a la "pseudociencia" que no se asienta en pruebas.
"Si esta cosa tuviera algún tipo diferente de biomolécula, distinta de la vida tal como la conocemos, entonces podría haber razones para investigar si el nuevo coronavirus tiene orígenes extraterrestres. Y, aún así, aún quedarían algunas explicaciones terrenales", afirma Lau. "A pesar de la posibilidad teórica, no hay evidencia creíble que demuestre que el nuevo coronavirus viene del espacio exterior", concluye.