La economía mundial se está viendo resentida por la crisis del coronavirus. Algunos expertos hablan ya del "crack del 2020" y lo comparan con el que ocurrió en 1987. El hecho de que se haya paralizado todos los países, no se viaje y no se consuma ha provocacado una recesión en España. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, estima que los españoles saldremos de la pandemia siendo un 10% más pobres. A esto se le suma la incertidumbre por el futuro y a cómo nos enfrentaremos a ello cuando esta situación acabe.
Casi todos los trabajadores se han visto obligados a parar sus actividades y quedarse en casa por obligación del estado de alarma decretado por el Gobierno. Las influencers también están sufriendo la crisis de la pandemia. Muchos de ellos se dedicaban a viajar, hacer promociones a marcas y vender sus propios productos bajo su marca. De momento se han prohibido los viajes innecesarios, las marcas tienen menos recursos económicos y están empezando a prescindir de algunos de esos influencers para promocionarse.
Muchas marcas han reducido su colaboración con los influencers, por lo que se han reducido un 23 % a nivel nacional y un 8 % a nivel global, según publica la empresa de Marketing Influencity. "Se estima que en las próximas semanas las marcas recorten todavía más las colaboraciones y los precios del pago de las mismas", aseguran desde la agencia.
Quienes han visto más afectado sus contenidos han sido aquellos que se dedicaban al turismo, ocio y restauración puesto que no puede ir a restaurante ni hacer ningún tipo de ocio. Estos han visto reducidas sus colaboraciones prácticamente en su totalidad, un 85 % en España y un 47 % a nivel global.
Renovarse o morir
A raíz de la cuarentena muchas personas han iniciado en sus redes sociales diferentes actividades para entretener y acompañar a sus seguidores durante este periodo. Por ejemplo, aquellos influencers especializados en deporte están compartiendo en su instagram diferentes rutinas para motivar a seguir haciendo ejercicio en casa. Además, también se motiva a aprovechar este tiempo para cocinar sano y comer mejor.
La chef Alma (@alma_cupcakes), que cuenta casi con 250.000 seguidores y una tienda física y otra online, ha explicado que las agencias de las marcas con las que suele trabajar "han dejado casi por completo de plantear campañas en las dos últimas semanas". Esta situación se está repitiendo en muchos de los canales de YouTube y cuentas de instagram que basan sus ingresos en las redes sociales. Alma cifra un 95 % de caída de su volumen de trabajo.
Otra de las influencers que ha visto perjudicado su trabajo es Estefanía Unzu, más conocida como Verdeliss, que ha tenido muchas pérdidas en su negocio online de ropa. Hace unos días anunciaba que cerraba su tienda temporalmente para fabricar mascarillas de tela para santirarios.
Desde las agencias de Marketing reconocen que en este periodo los usuarios demandan contenidos de entretenimiento, plataformas gratuitas y no que le vendan productos. Del mismo modo, los seguidores critican a aquellos influencers que no hablan sobre el problema que está sufriendo España y evaden diferentes temas. Por ello, recomiendan afrontar el tema y generar contenido que entretenga.
Humor y videojuegos: reforzados
Todos los influencers que se dedicaban al entretenimiento, humor y videojuegos han visto reforzadas sus actividades. En estos días están recibiendo mucha más afluencia de gente y visualizaciones, lo que podrían convertirse en publicidad. Esto ha sucedido por el incremento del tiempo que pasamos en las redes sociales, youtube o las plataformas de vídeo como Netflix o Disney+. El tiempo de permanencia en Instagram "se ha disparado un 2,3 % de media".
Durante estos días el consumo de videojuegos ha alcanzado ciifras récord. El sector ha alcanzado veinte millones de usuarios conectados en todo el mundo, en concreto el día 15 llegó a un pico total de 20.313.476. A pesar de esto, las ventas físicas se han visto perjudicadas y los profesionales advierten que esto podria suponer perdidas de hasta cincuenta millones de euros al mes.
