El pasado 16 de octubre el cáncer le ganó la batalla a otro luchador. Esta vez le echó un pulso a Cormac Roth, músico e hijo del célebre actor Tim Roth y la exdiseñadora Nikki Butter y terminó con su vida a los 25 años.
Cormac había sido diagnosticado en noviembre de 2021 de un cáncer de células germinales en estadio III, la etapa previa a la metástasis, tal y como comunicó él mismo a sus seguidores en redes sociales el pasado mes de julio.
Sin embargo, desde que el cáncer dio la cara, Roth se enfrentó a él con fuerza y coraje. De hecho, así lo aseguraba él hasta el final de sus días: "Me ha quitado la mitad de mi capacidad auditiva, 27 kilos, la confianza, y continuará su camino asesino hasta que pueda detenerlo de alguna manera y matarlo. Pero no me ha quitado la voluntad de sobrevivir, o mi amor por hacer música. Todavía no me ha derribado (...) Que le jodan al cáncer."
Se podría pensar que esto es tan solo un post de Instagram disfrazado de optimismo. Pero no. Roth siempre se ha caracterizado por sus ganas de vivir, por su afán de disfrutar. Su familia siempre ha alardeado de esta virtud del menor de sus tres hijos y también lo hizo en el comunicado en el que anunció su muerte, el cual ha sido publicado casi dos semanas después del fallecimiento, el pasado 31 de octubre: "Era una bola de energía salvaje y eléctrica y su espíritu estaba lleno de luz y bondad", afirma la familia en el medio estadounidense Variety.
"Tan salvaje como era, Cormac también era la encarnación de la bondad. Un alma gentil que trajo felicidad y esperanza a quienes lo rodeaban. El dolor viene en oleadas, al igual que las lágrimas y la risa, cuando pensamos en ese hermoso niño a lo largo de los 25 años y 10 meses que lo conocimos. Un niño incontenible, alegre, salvaje y maravilloso. Recientemente un hombre. Lo amamos. Lo llevaremos con nosotros dondequiera que vayamos", lamentan.
Familia de artistas
Cormac tenía genes de artistas. Su padre, Tim Roth, es reconocido por ser uno de los fetiches del Tarantino, que ha contado con él para grandes éxitos como 'Pulp Fiction' o 'Érase una vez en Hollywood'. Incluso llegó a ser nominado a un Oscar por Mejor actor de reparto en la película Rob Roy, la pasión de un rebelde, aunque finalmente Kevin Spacey se lo quitó de las manos.
Sin embargo, Cormac no se decantó por el mundo de la interpretación, sino por el de las melodías y el ritmo. Estudió en Bennington College, una universidad privada de artes en Bennington y se especializó en música, convirtiéndose en un gran guitarrista profesional, compositor y productor.