Surrealismo en estado puro. Eso es lo que muestra la última grabación que sale a la luz entre Corinna y el comisario Villarejo. Según la ex amante del rey, el entorno de Juan Carlos I le estaba suministrando hormonas femeninas. Una maniobra de la que no responsabiliza a nadie y que tendría un único objetivo: "Anular su libido y tenerlo controlado".
La charla se produjo en el año 2016 en Londres y fue grabada por Villarejo. Como tantas otras, se encuentra transcrita en el informe policial de la operación por la que se investiga a la propia Corinna, para comprobar si había mantenido los servicios del policía para espiar a la antigua niñera de su hijo, de la que sospecha que pasaba información al CNI.
La pieza ha sido archivada por falta de pruebas contra ella, pero la conversación ha generado todo tipo de comentarios. Corinna, que se centra en todo momento en mantener las acusaciones a los servicios secretos españoles y las supuestas maniobras para socavar su imagen; argumenta que han confirmado su diagnóstico de las hormonas. Se trata de un médico francés que también había tratado a Jacques Chirac, según la conversación publicada por El Diario.
"Le han puesto un montón de hormonas femeninas para quitarle la fuerza [...]. Para quitarle testosterona y todo eso [...]. Le han quitado todo, ni podía estar con una mujer ni nada...", asegura Corinna durante la grabación.
Somníferos y nombres propios
No solo eso. Además, señala que le suministraban somníferos en exceso desde el año 2011, tras ser operado de un tumor pulmonar en Barcelona. En este caso sí aporta nombres: la familia Fanjul, los empresarios cubanos afincados en República Dominicana con los que supuestamente pensó en irse antes de apostar por Emiratos.
Entre estos nombres aparece que le están suministrando estas sustancias para tenerlo controlado y poder manipularlo, entre otras cosas para que terminara su relación con Corinna. Una campaña que comenzó y se intensificó duramente con el accidente de Botsuana en 2012.
