Corinna Larsen, la 'ex amiga entrañable del rey', envió una carta al actual monarca Felipe VI para ponerle en alerta sobre los movimientos de su padre, el rey Juan Carlos I.
En la misiva, Corinna confiesa que su padre estaba exigiendo la devolución de los 65 millones de euros procedentes de una comisión. Esas presiones se habrían producido dos años después de la abdicación del monarca y se corresponden con la cuenta de la Fundación Lucum en un banco suizo. El rey emérito transfirió ese dinero como "un regalo" según sus declaraciones, aunque casualmente luego la acusó de "haberle robado sus bienes", según Corinna.
La examante del rey afirma en la carta que envía a Felipe VI que se negó en todo momento a devolver los 65 millones de euros del "regalo" de Juan Carlos I porque quería "evitar potenciales acusaciones de delitos financieros".
En el documento remitido al jefe de la Casa Real, Jaime Alfonsín por el bufete de Londres Kobre & Kim, Corina Larsen asegura que contacta "para proporcionar información de interés para los reyes" con el objetivo de que cesase "la camapña de difamación e intimidación que sufría desde hacía siete años", tanto por el "rey emérito como el general Félix Sanz Roldán, director del CNI".
Corinna detalla que en 2012 recibió "una cartera de inversión abierta en el Banco Mirabaud de Ginebra con una fundación denominada Lucum", un regalo "que no fue solicitado en ningún momento por ella".
Figuran como beneficiarios, además del rey, Felipe VI y la infanta Leonor
Corinna Larsen señala que en "regalo de 65 millones de euros" figuran como beneficiarios el rey Juan Carlos. Pero no es el único: además, añade al actual monarca, el rey Felipe, además de la infanta Leonor.
La transferencia que realizó el rey emérito procedía del rey Abdalá de Arabia Saudí. Según relata Corinna, este dinero llegó con motivo del "cariño" que tenía a la familia y acabó en una cuenta de bahamas del banco Gonet de Ginebra a su nombre.
Cuando el monarca no le devolvió los 65 millones, Corinna denuncia una campaña de acoso contra ella después de que el rey le acusara "falsamente de haberle robado sus bienes".
Y acusa al entonces responsable del CNI de "filtrar deliberadamente a la prensa los detalles del viaje a Botsuana", además de acusar a Félix Sanz Roldán de actuar siempre con conocimiento del rey.