Tras la prueba nuclear que realizó hace poco menos de dos semanas, Corea del Norte lanzó el otro día un misil balístico que sobrevoló su país vecino, Japón, obligándoles a dar la voz de alarma a su población para que se refugiaran.
Corea del Sur informó de la altura que alcanzó el misil, 770Km, así como de la distancia que había recorrido antes de caer en alta mar más lejos de la isla japonesa Hokkaido, 3.700Km.
El primer ministro japonés, Shizo Abe, dijo que su país "jamás tolerará semejante provocadora y peligrosa acción", por la cual tuvo que alarmar a su población y pedirles que tomaran refugio.
Si Corea del Norte continua por este sendero, no tiene un futuro positivo
Estas fueron las palabras del primer ministro, que llamó a una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU.
No son pocos los países que han condenado las acciones del dictador norcoreano. Rex Tillerson, secretario de Estado de Estados Unidos, se manifestó en contra del lanzamiento, destacando que las maniobras que está llevando a cabo desobedecen las sanciones de la ONU, que fueron redobladas hace poco.
Tillerson presionó tanto a Rusia como China, por ser los principales socios comerciales del país, a mostrarse firmes en su posición en contra del lanzamiento de misiles, llamándoles a iniciar acciones directas.
Simulacro de ataque de Corea del Sur
Corea del Sur, en constante alerta a las acciones del Norte, disparó dos misiles pocos minutos después del lanzamiento de Pyongyang. Aterrizaron en el mar y supusieron un simulacro de ataque a Kim-Jong Un.
El diálogo es imposible en una situación como esta
El presidente Moon Jae-in, electo a principios de este año, había presentado una campaña electoral en la que abogaba por el diálogo entre las dos coreas como posible solución de sus diferencias.
Ahora, tras encontrarse en una situación cada vez más complicada y agresiva por parte del "presidente" norcoreano, ha descartado esa opción.
Un lanzamiento esperado
El 29 de agosto ya se lanzó un misil desde Pyongyang, aunque con una trayectoria y altura menores que el último. Corea del Norte declaró que se trataba únicamente de "el primer paso" en cuanto a operaciones militares en el Pacífico.
El reciente lanzamiento fue el primero tras las renovadas y más duras sanciones que le impuso Naciones Unidas.
El recorrido del nuevo misil fue muy similar al del anterior aunque con más altura y trayectoria que el otro. Tras esa primera operación, Japón, Corea del Sur y Estados Unidos estaban expectantes de esta nueva prueba militar que se esperaba que tuviese lugar el 9 de septiembre y, al no ocurrir, siguieron vigilando por satélite.
Armas nucleares
Poco después del lanzamiento del primer misil, Corea del Norte realizó la que sería su sexta prueba nuclear, asegurando que ya han conseguido una bomba nuclear en miniatura que puede instalarse en los misiles de largo alcance.
A raíz de estas acciones, la ONU les impuso nuevas sanciones con la intención de que no sigan desarrollando el programa de armas nucleares.
A pesar de que la ONU lleva desde 2006 imponiendo sentencias a Pyongyang con la intención de frenar su desarrollo armamentístico, hasta ahora no ha conseguido que deje de fabricar tanto armamento nuclear como misiles intercontinentales.
Ya hace años que disponen de armamento nuclear, pero hasta ahora tenían una capacidad de alcance bastante limitada, algo que parece que han solventado en sus últimas pruebas.
Esta nueva dimensión armamentística ha supuesto una alarma general en Japón y Estados Unidos, dos países a los que Corea del Norte ha amenazado en varias ocasiones.
