La histórica cumbre en Panmunjom entre Kim Jong-un, líder norcoreano, y Moon Jae-in, presidente surcoreano, parece que ha acelerado el proceso de paz entre las dos Coreas. El acuerdo llega después de la devastadora guerra civil que sufrió el país de 1950 a 1953, que terminó con la partición de la zona y un armisticio que no solucionó el problema.
65 años después, la guerra fría entre ambos países está más cerca de terminar que nunca. Todo indica que el acuerdo entre Kim y Moon por la "desnuclearización completa" de la península se cumplirá antes de lo previsto. Es más, el primer paso lo dará Corea del Norte en el mes de mayo, fecha en la que se producirá el "desmantelamiento público" de su centro de pruebas nucleares en Punggye-ri, situado al noreste, según señala el Gobierno de Seúl.
En Punggye-ri se han realizado hasta seis pruebas atómicas, por lo que la importancia de su progresivo cierre es total. De esta forma, Kim pretende convencer a Corea del Sur y a la comunidad internacional de su firme compromiso por dejar atrás las tensiones de las últimas décadas
Aunque los expertos surcoreanos y estadounidenses dudan de sus palabras y del proceso de desmantelamiento del centro de pruebas, Kim Jong-un los invitará a acudir a Punggye-ri para demostrar la veracidad de sus promesas.
"No hay razón para que tengamos armas nucleares mientras sufrimos problemas si se sientan las bases para una confianza mutua con Estados Unidos mediante reuniones frecuentes a partir de ahora, y se promete el final de la guerra y de las agresiones", comentó el líder norcoreano en la reunión en la zona desmilitarizada de Panmunjom, según recoge la Casa Azul, sede presidencial de Corea del Sur. "No soy el tipo de persona que dispare armas contra el Sur o Estados Unidos", añadió.
Mismo huso horario como gesto simbólico
Otra de las decisiones de Kim Jong-un tras la reunión, a pesar de no tener apenas relevancia política, ha sido igual de aplaudida debido a su marcado simbolismo. Y es que Pyongyang ha comunicado que unificará su huso horario con el de Seúl. En 2015 decidió retrasarlo media hora, para regresar así al horario que había en Corea antes de la invasión japonesa de 1910. Ahora vuelve a igualarse para mostrar de esta forma su intención de proseguir las conversaciones y acuerdos con sus vecinos del sur.
Los Juegos de Invierno celebrados este año en PyeongChang dieron el primer paso hacia la normalización de las relaciones entre las dos Coreas, al unirse las jugadoras de hockey femenino del norte y del sur en un solo equipo. Este gesto provocó que incluso el Comité Olímpico Internacional (COI) se mojara en este tema, sugiriendo su inclusión entre las nominadas al Premio Nobel de la Paz.
La siguiente reunión, con Trump
Tras las mutuas amenazas entre Kim Jong-un y Donald Trump por el programa armamentístico, el interés por la paz de Corea del Norte ha acelerado el contacto entre los dos líderes. Se reunirán probablemente a finales del mes de mayo, en lo que será otra cita histórica, la primera entre estos dos países desde el final de la guerra.
El siguiente mandatario al que podríamos ver muy pronto estrechando la mano de Jong-un es Shinzo Abe, presidente japonés, país envuelto también en una guerra diplomática con Corea del Norte en las últimas décadas. Queda claro que se están viviendo unas de las semanas más importantes de la historia reciente coreana e internacional.