El mundo entero vuelve a estar pendiente de las locuras llevadas a cabo por Kim Jong-un. El dictador norcoreano continúa su particular escalada armamentística pese a que la comunidad internacional ya le ha sancionado en varias ocasiones.
La ONU ha aprobado diferentes paquetes de medidas para asfixiar económicamente al país mientras que el presidente de los Estados Unidos (EEUU), Donald Trump, ha amenazado con destruir completamente a Corea del Norte en legítima defensa de los ciudadanos norteamericanos y los países aliados.
Sin embargo, a Jong-un todo esto parece importarle más bien poco: las autoridades del país han confirmado el lanzamiento de un misil balístico intercontinental que voló sobre los 4.000 kilómetros de altura -según los cálculos del Pentágono- durante 53 minutos, cayendo en las aguas de Japón.
Con este nueva exhibición de fuerza, el dictador norcoreano quiere advertir y amenazar a su enemigo número uno, EEUU, que ya ha logrado los medios y los misiles adecuados para alcanzar cualquier parte del territorio estadounidense. Las vías diplomáticas comienzan a agotarse y esta acción de Jong-un echa más leña al fuego.
Corea del Sur y EEUU quieren frenar a Kim Jong-un
Las autoridades del país que soporta una dictadura férrea y comunista han confirmado que este nuevo misil Hwasong-15 lanzado es capaz de tocar suelo norteamericano. "Este sistema tiene grandes ventajas técnicas y tecnológicas y es el más poderoso de todos los creados por Corea del Norte", aseguran.
El peligroso artefacto fue lanzado a las 02:48 horas del 29 de noviembre desde un distrito de Pyongyang y fue supervisado en todo momento por el dictador, según afirma el oficialismo. "El ensayo no ha causado ningún tipo de efecto adverso a los países vecinos", declaran. Asimismo, estas fuentes aseguran que el líder se encuentra orgulloso de haber "hecho historia al completarse por fin la fuerza nuclear del país".
Estos graves sucesos han provocado que el presidente de Corea del Sur, Moon Jae In, se pusiera en contacto de inmediato con Trump. A través de una llamada telefónica, ambos han dialogado sobre la vía que se debe emprender para hacer frente a esta amenaza nuclear mundial. Jae In ha asegurado que su país se encuentra en perfectas condiciones de acabar con las intimidaciones balísticas norcoreanas.
Por su parte, el Consejo de Seguridad de la ONU se reunirá de urgencia para tratar el vigésimo ensayo armamentístico llevado a cabo por Jong-un. Japón ya advirtió el pasado lunes 27 de que había interceptado unas señales de radio que apuntaban a que el país vecino estaba realizando nuevas pruebas.
La dictadura comunista encabezada por Jong-un no había realizado ningún nuevo tanteo desde el pasado 15 de septiembre, cuando un nuevo misil sobrevoló el cielo japonés. Ya en octubre, el embajador norcoreano en la ONU advirtió que podría estallar una guerra nuclear en cualquier momento. Queda por ver cuál es la reacción internacional a estas provocaciones y si se llevarán a cabo medidas contundentes que frenen las aspiraciones de conflicto y desastre del dictador Kim Jong-un.
