El asesinato de María Belén Cortés, una trabajadora social de 35 años trabajadora de un centro de menores de Badajoz, ha conmocionado a todos. Se ha detenido a tres menores, una adolescente de 17 años y a dos chicos de 14 y 15 años, D.G.P. y J.J.G.
Ante los terribles hechos y las informaciones que se están publicando, la familia del adolescente más joven, D.G.P., de 14 años, ha emitido un comunicado en el que lamenta todo lo ocurrido, pide perdón por el dolor que ha causado y llama a la justicia a actuar con contundencia.
"La familia paterna del menor de 14 años D.G.P expresa sus más profundas condolencias ante la trágica muerte de Belén. Este doloroso y execrable suceso ha conmocionado profundamente a todos los miembros de nuestra familia, quienes, en este momento de inmensa tristeza, queremos manifestar nuestro pesar y solidaridad con la familia de Belén y con todos aquellos que la conocieron", comienza el escrito que ha difundido la familia del acusado.
"Sabemos que palabras no pueden aliviar su sufrimiento, pero deseamos ofrecer nuestras más sinceras disculpas por el dolor causado. Reconocemos la magnitud de esta tragedia y el impacto que ha tenido en quienes amaban a Belén, una joven entregada y apasionada en su trabajo y con los jóvenes que cuidaba", continúa el escrito.
El joven se encontraba en un piso tutelado, en el que murió Belén después de que el detenido protagonizara varias agresiones a su padre, incluida una en la que le destrozó la nariz. "Estamos comprometidos a asumir la responsabilidad por las consecuencias de este acontecimiento y colaborar con las autoridades en todo lo que sea necesario para esclarecer los hechos y proporcionar el apoyo necesario en este proceso tan difícil. Confiando en que la Justicia actúe con la debida diligencia y contundencia ante tan horrible hecho", expone el comunicado.
En el escrito, la familia del detenido indica que sus "pensamientos y oraciones están con la familia de Belén y todos los afectados" y muestran su "respeto y compasión" sobre un "acontecimiento que nos duele profundamente". "Rogando a su vez se respete el dolor, duelo e intimidad tanto de la familia de Belén, como de los miembros de esta familia, igualmente devastados por lo acontecido", zanja.
Dos conocidos en el centro tutelado
D.G.P ya cumplía a los 14 años las consecuencias de haber golpeado a su padre en cuatro ocasiones, llegando incluso a romperle la nariz. Junto a él se ha detenido a J.J.G., un joven de 15 años que ya es un delincuente habitual para la Policía, con varias persecuciones a sus espaldas, especializado en el robo de vehículos.
Ambos adolescentes son españoles y proceden de las localidades de Don Benito y Villafranca de los Barros, ambas en la provincia de Badajoz. El joven de 15 años había regresado al piso tutelado tras haber protagonizado recientemente otro altercado, amenazando con golpear a un profesor por ponerle un cero en el examen.
Los dos adolescentes gozaban de un régimen de semilibertad con el que se trabajaba en su reinserción. La Junta de Extremadura se encargaba de labores básicas, como su matriculación en colegios de Educación Secundaria, donde se buscaba una salida. Así ocurrió con J.J.G., que tuvo gran habilidad jugando al balonmano, pero que fue expulsado por pegarse con otro jugador, según publica el diario El Mundo.
La familia del menor de 14 años llegó a denunciar que el joven de 15 le suministraba droga y pidió que los separaran para evitar mayores problemas. Muchas personas en el entorno se temían una desgracia que finalmente ha terminado ocurriendo.
Los menores ya habían protagonizado alguna fuga, como ocurrió en Carnavales, el 1 de marzo, cuando la familia del adolescente de 14 años llegó a denunciar su desaparición y pidiendo colaboración ciudadana. Se marcharon primero a Mérdida donde uno tenía una novia y luego a Villafranca de los Barros, donde el joven de 15 tiene una vivienda propiedad de su padre.