Mercadona se encuentra en un giro de estrategia de su política inmobiliaria, que durante los últimos meses se ha materializado en el cierre de varios supermercados en lugares emblemáticos como Málaga, Valladolid o Madrid y que se produce de manera paralela a la consolidación del crecimiento de la compañía en España.
La firma valenciana ha logrado el objetivo establecido en su primer momento, una presencia territorial en la totalidad de provincias españolas y fijar una horquilla situada entre 1.600 y 1.700 tiendas (actualmente cuenta con 1.637 supermercados). Por este motivo, en estos momentos no necesita tanto abrir más superficies, como lograr mejores posicionamientos, aunque ello implique reducir su presencia.
El pasado mes de marzo, Juan Roig afirmó que la empresa ya ha tocado techo: "No pasaremos de 1.700 tiendas en España. Ya estamos cerca del tope", ha expresado. "Hay competidores que quieren abrir, otros que se están centrando en tiendas pequeñas, otros en grandes... Nosotros lo que queremos es llegar a ese objetivo de 1.700", fijó como su límite.
La firma sí ve mayor capacidad de expandirse en determinados territorios, como la Comunidad de Madrid o el País Vasco, aunque con planes mucho más modestos y limitados. La idea es cerrar supermercados desfasados (especialmente aquellos que no pueden adaptarse al nuevo modelo de tienda eficiente con comida preparada) para lograr, además, mejores ubicaciones.
Aperturas, pero con cierres: apuesta por el alquiler de locales frente a la compra
En 2023 se espera lograr 50 nuevas aperturas, pero ello también implicará cierres, que no se concretan. El año 2022, por ejemplo, trajo 53 aperturas de establecimientos, a la vez que Mercadona cerró 49 supermercados, lo que implicó, en realidad, un saldo neto de cuatro.
Mercadona, además, está deshaciéndose de ladrillo y apuesta más por el alquiler. En septiembre de 2020, por ejemplo, vendió 27 supermercados al fondo LCN Capital Partners por 180 millones de euros, que después alquiló bajo la fórmula sale&leaseback y por los que mientras tanto sigue manteniéndose como arrendatario.
No es la única ocasión en la que ha realizado este movimiento. En julio de 2021, repitió este movimiento con el fondo israelí MDSR, cuando traspasó 27 tiendas por 100 millones de euros, que dejaron de mantenerse bajo su propiedad, aunque continuaron operando bajo su marca en régimen de alquiler.
La firma de distribución está empezando a apostar cada vez más por el alquiler a la hora de establecerse en los barrios. En diciembre de 2022, tenía operaciones de arrendamiento por 70 millones de euros, según publica Cinco Días, la mayor cantidad en este concepto desde que empezó a desglosar sus cuentas anuales desde 2003. Este concepto ha aumentado en un 18% respecto a 2021.
Expansión en Portugal
Mientras que Mercadona parece haber tocado techo en España, los planes de expansión parecen situarse actualmente en Portugal. La firma realizó en 2022 una decena de inauguraciones netas, hasta alcanzar 39 supermercados, con una inversión total en crecimiento de 140 millones de euros.
La firma de distribución llegó en 2019 y ha acumulado una inversión de 590 millones de euros. En 2023, tiene previsto abrir otra decena de establecimientos, con lo que rozará el medio centenar. La inversión total prevista es de 280 millones, el doble que el año pasado, una cifra que incluye la construcción del bloque logístico que abrirá en Almeirim, una localidad ubicada en los alrededores de Lisboa.