Las contraseñas son las llaves que permiten guardar nuestra información más privada en internet. Por ello, es importante que el usuario que las vaya a emplear las construya de la forma más segura posible. Algo que no todos hacen.
Así ha quedado reflejado en un estudio elaborado por la tecnológica WP Engine, en la que recogen las 50 contraseñas más empleadas. Ninguna de ellas cuenta con las características básicas para considerarse seguras.
"Las contraseñas más comunes son todas ejemplos brillantes de cosas que inmediatamente aparecen en la mente de alguien cuando un sitio web le solicita que cree una contraseña. Todas son extremadamente fáciles de recordar y, en virtud de ese hecho, un juego de niños para adivinar utilizando un ataque de diccionario", señala la empresa que ha elaborado este estudio.
La firma ha realizado esta investigación tomando como referencia las contraseñas de 10 millones de personas. Entre las 10 más empleadas, destacan claves construidas a través de secuencias sencillas de números.
Con ello, '123456' ocupa la primera posición. En la tercera, la quinta, la sexta, la séptima, la octava y la novena ocurren casos similares. Otros casos similares como 'qwerty' o 'password', 'contraseña' en inglés, también aparecen recogidos.
La empresa recuerda que una contraseña resulta más robusta y con ello más inaccesible para un cibrecriminal cuanto más larga e ininteligible es. "El usuario no debe utilizar en ningún caso una palabra que tenga que ver con él, como sería su mes de nacimiento o s nombre. También debe contar con números, letras y signos especiales, como serían asteriscos o símbolos del dólar", señala el hacker ético Deepak Daswani. Además, hay que cambiarla cada cierto tiempo, idealmente, cada seis meses.
Consejos para construir una contraseña segura
Lo importante es no ser evidente. Evitar información personal como fechas de nacimiento y nombres, códigos numéricos sencillos y repetir las claves en diferentes plataformas. También se recomienda cambiar la contraseña con relativa regularidad.
Se recomienda, por ejemplo, escoger un título, frase de un libro, canción o película que resulte fácil de recordar. También se pueden alterar los caracteres de la frase y añadir símbolos o números que hagan esa clave más segura.
Además, para mayor seguridad, se puede alargar la frase y sustituir directamente las vocales o las consonantes por números y símbolos. Se puede utilizar un gestor de contraseñas, en este caso, para realizar estas modificaciones.