El Tribunal Constitucional afronta esta semana uno de sus debates más delicados: el recurso del Partido Popular contra la ley trans, aprobado en 2023. El Pleno que arranca este martes partirá de una propuesta redactada por el magistrado progresista Juan Carlos Campo, que avala en líneas generales los puntos más relevantes de la norma, aunque deja claro que el camino hacia un fallo definitivo será largo y complicado.
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Según fuentes jurídicas consultadas por EFE, el borrador de sentencia respalda los principales elementos de la legislación que garantiza la igualdad real y efectiva de las personas trans y de los colectivos LGTBI.
Sin embargo, la ponencia también aprecia inconstitucionalidad en dos aspectos concretos: por un lado, en la infracción disciplinaria relacionada con la difusión de materiales docentes que degraden a grupos LGTBI+ y, por otro, en la incitación a cometer infracciones contra la ley.
Un debate marcado por las tensiones
Aunque la propuesta está sobre la mesa, desde el tribunal advierten que "existe mucha discusión sobre este recurso" debido a su complejidad y su carga polémica. Las diferencias de sensibilidades, especialmente en torno a las definiciones de sexo y género y a los derechos de las personas trans e intersexuales, hacen prever un debate difícil de cerrar en un solo Pleno.
Las fuentes consultadas recuerdan que durante la tramitación parlamentaria de la ley ya se produjo una profunda división dentro del movimiento feminista, un choque que podría replicarse ahora en el seno del propio Constitucional. "Se mezclan muchas cosas con este recurso", apuntan, lo que añade aún más incertidumbre sobre el desenlace de la deliberación.
Más sesiones a la vista
La tensión interna afecta especialmente a la mayoría progresista del tribunal, donde distintas posturas sobre el alcance de los derechos trans y el feminismo conviven con dificultad. En este contexto, no se descarta que el análisis del recurso se prolongue durante varias sesiones plenarias más allá de la prevista esta semana.
Por ahora, el borrador de Campo marca la línea de salida: respaldo general a la ley trans, pero con matices que podrían convertirse en auténticos puntos de fractura en el Constitucional. La resolución final, por tanto, sigue en el aire.
