Todos en alguna ocasión hemos tenido una experiencia similar: cada vez que entramos en contacto con una determinada persona volvemos a casa faltos de energía y con un sentimiento de malestar que no comprendemos.
Si siempre te pasa... ten cuidado: puedes estar ante una persona tóxica. Desde Los Replicantes consideramos que, quizás, deberías de hacer caso a estos pequeños consejos para que realmente te plantees una conversación con esa persona (o ponerla en su sitio). Aceptamos consejos:
1 Intenta constantemente hacerte ver que sus problemas son peores que los tuyos
Intenta darte cuenta. ¿Alguna vez te ha sucedido que llevas toda una tarde escuchando a tu amigo y, cuando te toca el turno de hablar, te corta para decirte que lo tuyo es una tontería y sigue hablando de él?
Quizás si lees esta situación tal y como te la hemos planteado, puedes llegar a la conclusión de que, básicamente, le mandarías a la mierda. Sin embargo, hay ocasiones en las que este juego se puede hacer de manera mucho más sutil y sin que nos demos cuenta. Por ejemplo, en un momento en el que mantenemos una conversación y, sin que te des cuenta, todo termine derivando nuevamente en la otra persona.
Puede que te esté infravalorando, por lo que deberías de comentárselo (y estar plenamente seguro de que así sucede).
2 Juega a fingir debilidad para conseguir todo de ti
Todos hemos pedido alguna vez un favor a un amigo. Pero hay una diferencia entre pedir un simple favor, y que todo se base en que tienes que dirigir toda tu vida hacia el bienestar de la otra persona porque si no, se encuentra mal.
En las relaciones de pareja o amistad es fundamental que ambas partes cedan siempre parte del terreno. Sin embargo, si este punto se encuentra completamente descompensado, corres el peligro de que la otra persona te ocupe al completo. Por todo ello, siempre hay que establecer una línea roja y tener muy claro hasta dónde vamos a ceder para mantener la relación con esa persona.
3 No se alegran de los logros de los demás
Se trata de esa persona a la que le cuentas un logro definitivo tuyo y se dedica a tener envidia o a compararse a ti antes que a felicitarte por lo que has conseguido. Su única finalidad es quedar sobre ti, así que cuidado: nunca hay que quedarse por debajo de nadie.
Su mayor defecto es la envidia, asi que cuidado, ya que proyectarán todas sus carencias sobre ti para sentirse superiores y mejorar su dañado autoestima.
4 Te monta un pollo cada vez que no se hace lo que él dice
En muchas ocasiones, cuando organizas un plan con esa persona, te ves en la obligación de ceder a todo lo que te plantea porque "no vaya a ser que se enfade".
Se trata de una frase que no hay que tolerar, ya que se corre el peligro de que la otra persona no nos tome en serio y nos use como un mero trapo con el que hacer lo que le venga en gana. Por ello, hay que tener cuidado y siempre establecer 'líneas rojas' con el fin de que la otra persona sepa los límites que debe cruzar y cuáles no para respetarte. Porque en el caso contrario, no tendrán ningún reparo en continuar hacia adelante.
5 Te hace sentir culpable de sus errores
Todos nos equivocamos frecuentemente, pero lo mejor es asumir nuestro error, pedir disculpas y enmendarlo. Sin embargo, las personas tóxicas acostumbran a dar la vuelta a todas las situaciones con el fin de que, finalmente, prácticamente tengas que pedir perdón a la persona que ha sido la culpable de dicho fallo. El mundo al revés.
Por lo general, este tipo de personas son muy hábiles y suelen tener en cuenta que se sueles estar con la 'guardia baja' a la hora de hablar con ellas. Por eso, hay que extremar la precaución y, si se puede, evitarlas.
6 Te hace chantajes emocionales
Sabe que eres una persona de confianza, por ello, no dudará en usar el cariño que sientes por ella para conseguir todo lo que quiere (que es muy distinto de necesitar).
Está bien que un día te pida un favor, pero no es lo mismo que esté constantemente haciéndote lo mismo y que siempre juegue con tu confianza para encontrarse bien y tú no. Hay que ceder siempre por ambas partes, ya que es en ello en lo que se basa la confianza.
7 Todas las conversaciones giran en torno a él
Cada vez que interactúas con esa persona, todas las conversaciones se dedican a hablar sobre sus problemas y sobre sus historias, dejando poco o nulo hueco a tus necesidades.
Si hace esto, no es porque haya establecido un vínculo de confianza, como puede hacerte pensar: está alimentando su propio ego. Por todo ello, es mejor evitarlo, ya que jugarán a hacernos sentirnos culpables si no les prestamos la atención que consideran que merecen por nuestra parte.
8 Muestra indiferencia por tus problemas
Paradójicamente, a pesar de que está contándote todo el día sus problemas, a la otra persona no le importa nada lo que tú le cuentes. Es más, le dará igual. Te preguntará que qué tal estás, le contarás dos cosas y, rápidamente, la conversación volverá a girar sobre él sin mostrar el más mínimo interés por ti.
9 Te deja en público en evidencia
Este es un punto muy peligroso. Se trata de esa persona que tiende a ridiculizarte en las conversaciones en público y se dedica a 'sacar brillo' a todos tus defectos con el fin de quedar siempre por encima.
Sería algo así como empañar tu imagen para que la suya salga a relucir, algo muy peligroso, ya que corremos el peligro de infravalorarnos.
10 Son arrogantes y poco empáticos
Hay una diferencia básica entre estar seguro de uno mismo y ser arrogante. El problema llega cuando nos creemos que sabemos todo y más que el resto, algo que ha sido catalogado como el síndrome de Dunning Kurger.
Este tipo de gente suele cansar mucho, así que intenta alejarte de ella, porque debatir no va a servir para nada: ellos siempre creerán que tienen la razón en todo. Además, suelen mostrar poca empatía con los sentimientos de los demás, ya que están más pendientes de los suyos propios.
11 Ni contigo ni sin ti
Todo lo que hagas lo considerará una traición muy grande, pero él será capaz de hacerte los líos más gordos y tú prácticamente no tendrás derecho a mostrar una simple queja.
Así, en todo momento intentarán mantenerte retenidos pero con un juego circular basado en discusión y amor, es decir, 'una de cal y otra de arena' que hará que te conviertas en una persona más manipulable para manejarte a su antojo. Es decir, jugará con tus sentimientos de culpabilidad para hacer contigo lo que estimen oportuno. No lo permitas.
12 Tienen una visión pesimista de la vida
Todas las conversaciones acostumbran a centrarse en ellos, el problema es que siempre se centran en sus problemas y nunca en los aspectos positivos de la vida. Además, ejercen el papel de víctimas, por lo que acostumbran a culpar de todo lo que les pasa a los demás, por muy poco importante que sea, antes que en buscar la parte de responsabilidad que pueden tener.
Todo será culpa del entorno, la suerte o el resto de personas. Pero no intentes hablar con ellos, ya que cualquier consejo que les des no servirá de nada: ellos preferirán continuar enfocándose en sus problemas y relatándotelos hasta que te quedes sin energía.
13 En definitiva: provocan en ti sentimientos negativos
Por lo general, las personas que actuan de algunas de estas maneras o que cumplen los rasgos, suelen tener algún tipo de carencia o trastorno (no siempre) que les afecta a la hora de interaccionar con los demás.
Sin embargo, corremos el peligro de ser dañados de manera flagrante, por todo ello, la mejor postura es mantener una conversacion en la que dejar claros nuestros sentimientos a esa persona y, en el caso de que sea necesario, cortar el vínculo antes de que pueda hacer más daño.