Con el año nuevo a la vuelta de la esquina, son muchas personas las que aprovechan para rehacer sus propósitos para el nuevo año que viene. Para ello, lo mejor es hacer un repaso de los últimos doce meses para renovar experiencias y objetivos.
Aunque pase algún tiempo, nunca es tarde para ponerse manos a la obra con nuestros objetivos y empezar con unos buenos hábitos. Por ello, te traemos algunos consejos para que lograr estos propósitos se convierta en algo llevadero y más sencillo.
1 Escribe tus propósitos en papel
Una buena forma de conectar con uno mismo y ser consciente de nuestros pensamientos es apuntarlos en papel. Para ello, divide una hoja en dos columnas. En una de ellas, escribe una lista de pensamientos negativos que tengas hacia ti -por ejemplo: "no suelo hacer deporte"-. En la otra columna escribe el pensamiento contrario, el positivo -por ejemplo: "hago deporte tres veces por semana"-. Esto te ayudará a focalizar tu energía en los pensamientos positivos, y alcanzar tus objetivos de forma más eficaz.
2 Crea un horario semanal
En base a los propósitos apuntados, es momento de convertir las actividades para conseguirlos en una rutina. Para ello, una buena forma de conseguirlo es haciéndote un horario semanal. Así, podrás organizarte el tiempo de cada día para invertirlo en conseguir tus propósitos.
3 Diario de recompensas
Una forma de motivación para lograr tus objetivos es crearte un diario de recompensas. Así, cada vez que consigas un pequeño progreso, puedes recompensarte leyendo tu libro favorito, viendo esa serie que tantas ganas tenías de ver o merendando en tu cafetería favorita. Esto nos dará motivación extra y contribuirá a que nos enfoquemos en nuestras metas con más tranquilidad y menos presión.
4 Tu entorno es importante
En muchas ocasiones, las personas de nuestro entorno influyen en nuestras metas, ya sea de una forma positiva o negativa. Por ello, es importante que las personas de las que nos rodeamos nos aporten cosas positivas y se alegren por nosotros, y no a la inversa.
5 Cuídate
Al hilo de lo anterior, es importante que te conviertas en tu propia prioridad. Y esto no significa que seas egocéntrico/a, sino que tu salud y bienestar son importantes para ti. Para ello, cuidar tu sueño y tu alimentación puede ser una buena forma de empezar a cuidarte, además de hacer ejercicio.
6 Invierte tu tiempo en cosas que puedes controlar
Esto hará que conseguir tus objetivos sea algo más ameno, e incluso divertido. Por ello, no te centres en controlar ni la actitud de otras personas ni cosas que sucedieran en el pasado. Muchas veces los objetivos que tenemos para un futuro empiezan con lo que hagamos en el presente, así que lo mejor es que te enfoques en el aquí y el ahora.
7 Aprende a decir "no"
A veces, por no desagradar a los demás tendemos a prestarnos a todo y a aceptar cada cosa que nos proponen. Por ello, parte de cuidarnos es saber decir "no" a aquellas proposiciones que no nos compensan o simplemente no nos apetecen.
8 Riesgo de propósitos demasiado exigentes
Es importante no ponerse metas demasiado exigentes. Esto quiere decir que nos pongamos metas que podamos cumplir a corto/medio plazo, para poder ir poco a poco hacia objetivos más grandes, sin correr el riesgo de no cumplir con nuestros propósitos.
9 Los pequeños pasos funcionan
Si mantenemos nuestras metas altas, pero los pasos para conseguirlas pequeños, las posibilidades de conseguir nuestros objetivos aumentan. Esto es así porque cuando nuestros pasos son pequeños, mantenerlos en el tiempo y convertirlos en rutina se convierte en algo más sencillo.
10 Comenzar cuanto antes con tus propósitos
No es necesario esperar al 1 de enero para empezar con tus objetivos. Por ello, da igual cuándo leas esto, en cuanto estés preparado puedes empezar a perseguir tus metas. Tómate unos días de reflexión y organización, ¡y adelante!