El paso del tiempo puede llevar al deterioro de determinadas capacidades, entre las que también se encuentran las cognitivas. Por este motivo, conviene adelantar el tiempo en el que trabajamos por cuidarlas para mantenerlas inalterables con el paso del tiempo.
El neurólogo y profesor de la Escuela de Medicina y Salud del Hospital de la Universidad George Washington (Estados Unidos), Richard Restak, de 81 años, recomienda realizar una serie de ejercicios diarios con el objetivo de conservar mejor nuestra memoria.
1 Leer
La lectura de novelas, en vez de consumir libros de no ficción, mejora la conservación de nuestras capacidades cognitivas. Esto tiene una explicación, ya que los primeros son "mucho más exigentes desde el punto de vista de la memoria!.
Restak explica que la lectura de libros de no ficción puede llevar a segmentar datos por intereses, mientras que en las novelas, los personajes aparecen y desaparecen, por lo que nos obligamos a "retener el hilo de la historia, los vínculos entre los personajes y los detalles de la trama".
2 Usar la imaginación
Además, también se recomienda emplear recursos mnemotécnicos, como la traducción de los nombres, que pueden terminar por visualizarse como objetos (Greenstone, por Piedraverde, que se puede visualizar). "Si no lo haces y te quedas solo con las palabras, puede que luego no te acuerdes si es Piedrazul, o Piedranegra, por ejemplo", explica.
Además, recomienda la utilización de mapas mentales con lugares que resulten familiares para vincularlos con cosas. "Me imagino mi casa volcada de lado, con leche que brota de la chimenea (como un cartón de leche) y se desparrama por la calle. Y cuando paso por la biblioteca y miro por la ventana, me imagino que los estantes están llenos de rodajas de pan en vez de libros", explica.
3 Juegos mentales
Es muy recomendable recurrir a ellos, tanto en grupos como en dos personas. Restak recomienda '20 preguntas', donde un grupo tiene 20 oportunidades para adivinar a la persona, cosa o lugar en la que ha pensado el otro grupo, que solo puede responder con un 'sí o no'. Los jugadores tienen que retener toda la información que van acumulando para ir descartando.
4 Tecnología
Los teléfonos móviles ofrecen multitud de posibilidades, especialmente para las personas mayores. Por ejemplo, listas para la compra del supermercado o fotografías para recordar cosas. El neurólogo explica que se trata de herramientas que no pueden sustituir a la memoria, "sino usar primero el cerebro y luego chequear su desempeño".
5 Dormir la siesta
Descansar es un hábito muy recomendable para la salud de nuestro cerebro y la siesta puede ayudarnos en la memoria. Restak señala una cabezada de entre 20 y 40 minutos como lo recomendable para asentar la información con mayor facilidad.
"Cuando tomamos dos grupos de estudiantes y les permitimos a uno de ellos hacer una siesta después de haber aprendido algo, mientras que al otro no, normaos que el que durmió la siesta aprendió mucho mejor", explica. "Si te pasas de la hora interferirás con el sueño nocturno. Así que ponte la alarma, o pídele a alguien que te despierte".
6 Cuidar la alimentación
Por último, el profesor defiende la necesidad de evitar los alimentos ultraprocesados, especialmente los que tienen excesos de grasas, sales o conservantes. "No son buenos para la memoria porque disminuyen a largo plazo la circulación sanguínea en zonas vinculadas a la memoria, provocan hipertensión, diabetes...".
