No son pocas las veces que en España ha surgido el debate en torno a la libertad de expresión en lo que respecta, entre otras cuestiones, a la ofensa a los sentimientos religiosos, las injurias a la Corona o el enaltecimiento del terrorismo, por ejemplo. Especialmente polémicos han sido con los casos de los raperos Pablo Hasél o Valtònyc o de la procesión del coño insumiso.
Esta asuntos han llegado hasta la Unión Europea y la comisaria de Derechos Humanos del Consejo de Europa, Dunja Mijatovic, se ha pronunciado al respecto pidiendo a España que despenalice la difamación y los insultos religiosos y que se modifique la regulación en lo que respecta a los insultos al rey y el enaltecimiento del terrorismo.
En una carta enviada al ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, Mijatovic señala el "impacto negativo" de algunos artículos del Código Penal, que tienen un "efecto amedrentador" sobre el ejercicio de la libertad de expresión, "un derecho de importancia crucial para del debate público, libre y plural". Por esta razón propone adoptar un "enfoque integral" para "considerar la despenalización de los insultos a los sentimientos religiosos". Según señala, la regulación en el artículo 25 del Código Penal puede generar "limitaciones indebidas a la libertad de expresión". Recuerdas, ademas, que según el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH), los grupos religiosos deben tolerarlos, siempre que no se incite al odio o a la intolerancia religiosa.
Por otra parte, Mikatovic considera que en el artículo 578 del Código Penal, sobre la justificación del terrorismo, "parece problemático desde el punto de vista de la seguridad jurídica debido a su ambigüedad y a su redacción imprecisa". Apunta que la falta de una definición clara "ha generado interpretaciones divergentes -a veces contradictorias- de estas disposiciones por parte de los tribunales españoles, algunos de ellos en desacuerdo con las normas internacionales sobre libertad de expresión".
La comisaria se muestra preocupada por las condenas de cárcel dictadas en los últimos años en contra de algunos artistas (no llega a mencionar a ninguno) por "letras controvertidas y otras actuaciones". De esta forma insiste en que la legislación antiterrorista solo debe aplicarse "al uso o la amenaza de la violencia con la intención de sembrar el miedo y provocar el terror". Todas las demás declaraciones "por muy no consentidas, chocantes o perturbadores que sean" están cubiertas por la libertad de expresión.
En lo que respecta a los insultos a la Corona, considera que la pena de cárcel que se contempla en los artículos 490 y 491 del Código Penal "por un delito cometido como parte de un debate político" solo sería compatible con la libertad de expresión si incluyera un mensaje de odio o incitación a la violencia.
La respuesta del Ministerio de Justicia
Juan Carlos Campo, ministro de Justicia, ha respondido expresando su "sintonía" y la del Gobierno con las las preocupaciones de la comisara de Derecha Humanos del Consejo de Europa. De esta forma ha manifestado el "deseo de que podamos sacar adelante una reforma de estos delitos que contribuya a mejorar aún más el legítimo ejercicio de la libertad de expresión". El ministro ha indicad a Mijatovic que la propuesta en la que se está trabajando es aún objeto de estudio, y que lo que se busca es un "equilibrio entre el derecho a la libertad de expresión y esos bienes jurídicos", porque las opiniones "odiosas o despreciables" no pueden ser delitos.