La situación del Hospital Universitario La Paz está generando una auténtica crisis en el Gobierno de la Comunidad de Madrid, que incluso ha partido la rama del PP de la coalición en dos. Los consejeros populares están acostumbrados a cerrar filas con la presidenta cuando hay que exhibir las diferencias con Ciudadanos, pero en este caso hay quien ha optado por seguir la tesis de los naranjas.
La tesis que apoya Isabel Díaz Ayuso pasa por construir un nuevo hospital de La Paz por más de 500 millones de euros en los terrenos de Madrid Nuevo Norte. A favor de ello, se sitúan el consejero de Hacienda y hombre fuerte del Gobierno, Javier Fernández Lasquetty; la consejera de Medio Ambiente y Territorio, Paloma Martín, y la consejera de Presidencia, María Eugenia Carballedo.
Mientras tanto, quien ha roto la disciplina del PP en este traslado y apuesta por hacer una simple reforma, que ahorra costes a la administración manteniendo el lugar y siguiendo los planes desde 2019, es el consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, técnico además del ramo. Junto a él también se han posicionado todos los consejeros de Ciudadanos.
Este choque, además, cuenta con un marcado acento ideológico. Los consejeros díscolos señalan las intenciones de Lasquetty, que tendría la intención de abrir el nuevo hospital de La Paz siguiendo el modelo de gestión externalizada, es decir, gestión privada que ha explotado el Partido Popular desde que Esperanza Aguirre llegó a la región. La Paz, uno de los hospitales históricos, no se rige por este modelo. El consejero de Sanidad, un cargo técnico, apuesta por la reforma de las instalaciones, pero por mantener siempre la gestión tal y como se ha mantenido durante los últimos años.
Junto a ello, también se abriría la duda sobre qué sucedería con el gran solar que dejaría libre el centro junto a las cuatro torres de la Castellana, en uno de los lugares más cotizados de Madrid. Un pelotazo urbanístico que rechina a los consejeros díscolos.
La consejería de Sanidad se ha mostrado siempre radicalmente en contra de estos movimientos, a pesar de que es un cargo del PP. Hasta el punto de que ni siquiera ha participado en las reuniones celebradas en el seno del Gobierno regional para valorar la gestión de estos traslados porque no valora siquiera la posibilidad de realizarlos.
Lasquetty, un liberal con una vida entera viviendo de lo público
La idea de gastarse 500 millones de euros en trasladar tres kilómetros el hospital de La Paz parte del consejero de Hacienda, Javier Fernández-Lasquetty, que gestiona las finanzas en la Comunidad de Madrid y que se ha convertido en el hombre de mayor confianza de Isabel Díaz Ayuso en estos momentos.
Defenestrado durante la época de Mariano Rajoy, también fue un cargo de relevancia en el PP madrileño durante la etapa de Esperanza Aguirre. Ahora, también le une una estrecha amistad con la portavoz de VOX, Rocío Monasterio, con quien intenta pactar las cuentas de 2021 para que salgan adelante.
Lasquetty ya tuvo que dimitir en 2014 como consejero de Sanidad cuando la Justicia le paralizó un proyecto para privatizar seis hospitales de la Comunidad de Madrid, una medida que trató de impulsar el Ejecutivo que entonces presidía Ignacio González, años más tardes detenido por la Operación Lezo.
Ultraliberal en lo ideológico, es decir, defensor de la menor presencia de servicios sociales por parte de la Administración y de adelgazar su estructura al máximo, Lasquetty solo ha trabajado en lo privado cuatro años (a finales de los ochenta) y los cinco que pasó como docente universitario en Guatemala. El resto, ha vivido de lo público, ya sea de la administración o de distintos cargos de confianza en el PP y el laboratorio ideológico del partido, FAES.