Con la pandemia del coronavirus se ha puesto en valor la necesidad de tener una sanidad pública de calidad. Los sanitarios se dejaron la piel durante los duros primeros meses en mitad del confinamiento y ahora hacen lo mismo enfrentando la segunda ola que golpea especialmente a la Comunidad de Madrid. Sin embargo, algunos políticos son más amigos de la privatización de la sanidad.
Es el caso de Javier Fernández-Lasquetty, consejero de Hacienda del Gobierno de Isabel Díaz Ayuso en la Comunidad de Madrid. "España no necesita más despilfarro de gasto público, sino menos. No necesita más políticos tomando decisiones sobre cómo y dónde hay que curar a los enfermos, sino menos. No necesita más funcionarios, sino médicos y enfermeros tan buenos como los que hay, que tengan sencillamente el mismo contrato que el resto de los mortales", defedía el popular en 2016 en un artículo de opinión para Libertad Digital.
En su alegato en favor de privatizar la sanidad pública, Lasquetty apunta que "los hospitales de gestión privada tienen los mismos indicadores de efectividad clínica y seguridad del paciente que el resto de los hospitales". Por ello, se muestra partidario de gastar menos en sanidad y que los médicos y enfermeros no sean funcionarios.
"Para los defensores del modelo funcionarial lo que importa es que el médico o el enfermero sean empleados públicos. Sin embargo para los pacientes eso es irrelevante, lo que importa es que los médicos y enfermeros presten atención a su enfermedad y le ofrezcan el tratamiento más eficaz. Y para los ciudadanos lo mejor es que eso se haga con el menor consumo posible de dinero del contribuyente, esto es: gastando todo lo necesario para cuidar al enfermo, pero no desperdiciando dinero de todos en aquello que no aporte nada a la salud", opinaba.
Defensa a ultranza de la privatización
En este artículo de opinión, el político conservador defiende que "España no necesita la arrogancia de los cobardes, sino la audacia de los que se atreven a innovar y a reformar, como lo hicieron Eduardo Zaplana en Valencia y Esperanza Aguirre en Madrid".
Precisamente sobre su gestión recortando en sanidad pública cuando gobernaba Esperanza Aguirre en la Comunidad de Madrid presumía en una entrevista en 2014 que se está difundiendo en redes sociales.
En 2013, Javier Fernández-Lasquetty dirigía el departamente de Sanidad bajo el ejecutivo de Aguirre. Fue el responsable de ejecutar la jubilación de 426 sanitarios mayores de 65 años de golpe, lo que provocó numerosas protestas calificándolo de "ERE encubierto para facilitar la privatización".
"Las razones son económicas", o "nos ahorra 60 millones de euros al año" fueron algunos de los argumentos que defendió entonces Lasquetty. "Teníamos que reducir el gasto sanitario en la Comunidad de Madrid (...) y por eso propusimos que una parte de los hospitales públicos fueran gestionados por empresas privadas", expresó.
