El sexo. Ese acto de amor y deseo que nubla nuestra consciencia las 24 horas del día. Porque seamos sinceros: todo lo que rodea nuestra vida está impregnado de un halo de sexo. Desde la publicidad, pasando por el arte... incluso la arquitectura. No, el que escribe estas líneas no está salido. Creedme.
Sin embargo, todo el mundo ha pasado por épocas de sequía. Esas en las que no ligar tanto como antes, ya sea por el mal humor, la ausencia de ganas... o porque no ligas ni con las plantas.
Si te ha sucedido eso, o si simplemente has decidido convertirte en monja de clausura y te estás dedicando a diario a elaborar dulces artesanos... quizás estés empezando a sufrir las consecuencias de la falta de sexo. Por ello, desde Los Replicantes, queremos que sepas todo lo que le sucede a tu cuerpo para que determines... si ya va siendo hora de lo que tú ya sabes:
1 Aumento de la ansiedad
No vamos a comparar aquí el abandono del sexo con dejar de fumar, pero si has experimentado alguna vez ese 'mono', ese deseo de coger un cigarrillo, esa 'ansia viva', quizás y tan sólo quizás, corras el peligro de volver a exponerte a la desagradable ansiedad por dejar de darle al asunto.
Según un estudio elaborado por varios investigadores escoceses, las personas que se mantienen en la completa abstienencia sexual durante una temporada terminan sufriendo mayor problema para enfrentarse a situaciones estresantes como hablar en público. La diferencia, frente a los que tienen relaciones al menos dos veces por semana, parece ser muy evidente.
La explicación a todo ello parte de la libertación de endorfinas y oxitocina que se experimenta en el cerebro a la hora de mantener relaciones sexuales. Estas preciadas hormonas tienen la costumbre de ayudar a sentirnos mucho más relajados y seguros de nosotros mismos. Sin embargo, al dejar de practicar sexo, la acumulación de estrés será mucho mayor.
2 Más tontos
La falta de sexo nos convierte en personas menos inteligentes, lo que a la larga se traduce en una tontuna muy peligrosa. No lo decimos nosotros, lo dicen los estudios científicos que aseguran que la actividad sexual aumenta el crecimiento de las neuronas en el hipocampo del cerebro, mientras que el celibato tiende a dejarlas... tal y como están.
En definitiva, si te vuelves todo un 'truhán, todo un señor', terminarás siendo la persona más inteligente de La Tierra. Teniendo en cuenta el currículum del gran Julio Iglesias y sus más de 3.000 mujeres conquistadas, podemos aventurar que el intérprete de 'Me va, Me va' supera a Einstein sin dudarlo.
3 Mayor riesgo de sufrir refriados y gripes y baja inmunidad
Aceptamos que no da tanto respeto como el punto anterior, pero hay que reconocer que la gripe aburre y mucho. Y es que la falta de sexo puede provocar que nuestro sistema inmunológico se vea deterioriado y en peores condiciones para luchar contra los virus que nos llevarán a la cama un par de días.
Según un estudio de la Universidad de Pensilvania, las personas que practican sexo una o dos veces a la semana vieron incrementado hasta en un 30% los niveles de inmunoglobina A, unos anticuerpos presentes en las membranas mucosas (sobre todo en las paredes internas de las vías respiratorias y el tracto gastrointestinal), de forma que la infección con estos virus es mucho más complicada.
4 Menor riesgo de infección urinaria
Al igual que con los resfriados (y lejos de parecernos a 'Saber Vivir' con este artículo), el simple hecho de mantener relaciones sexuales de manera frecuente puede ayudar a reducir el riesgo de tener una infección urinaria (muy molesta).
Según un estudio del Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos, "casi el 80% de las infecciones del tracto urinario se producen 24 horas después de haber mantenido una relación sexual". En este caso, la necesidad de mantener frecuentemente este tipo de contactos, favorecerá una higiene adecuada en la zona, y con ello, evitar la aparición de estos problemas tan molestos.
5 Mayor riesgo de disfunción eréctil
Lo que no se usa... termina decayendo. Es lo que sucederá con tu pene si decides dejar de mantener relaciones sexuales: estará más blando que un soufflé.
Según un estudio del American Journal of Medicine, el riesgo de sufrir una disfunción eréctil se duplica frente a aquellos hombres que practican sexo al menos una vez por semana. Todo ello sucede porque, evidentemente, es pene es un órgano que hay que potenciar para que se encuentre siempre en sus mejores condiciones.
6 Aumento de la depresión en las mujeres
Si los hombres pueden verse con problemas para mantener una erección, en las mujeres el ánimo se puede ver muy trastocado.
Según un estudio de Archives of Sexual Behavior, los investigadores comprobaron que el semen puede contener algunas sustancias antidepresivas que pueden ayudar a mejor el ánimo. Sin embargo, hay que tener mucho cuidado en este aspecto, ya que la presencia de embarazos no deseados o de enfermedades como el VIH pueden ser mucho peores.
7 Aumento de la agresividad
La ciencia confirma lo que todo el mundo sabía: la falta de sexo nos pone 'de muy mala leche'. Y es que cada vez que usamos la palabra 'malfollado/a' no lo hacemos en vano.
Según el libro 'Sed de piel', una tesis doctoral con más de 18 años de trabajo a sus espaldas, las sociedades donde lo considerado como femenino es prioritario, la moral sexual es flexible y la actividad es intensa; suelen coincidir con culturas muy pacíficas y alejadas de cualquier conflicto violento.
8 Peores condiciones para nuestros genitales
Los genitales son una parte muy sensible del cuerpo que necesita muchos cuidados. A ello contribuye, de manera especial, el simple hecho de mantener relaciones sexuales de manera frecuente.
El problema atañe tanto a hombres como a mujeres. La vagina, por ejemplo, se descuida generalmente en períodos de abstinenecia, lo que puede provocar laxitud. En el hombre, por otro lado, puede aumentar el riesgo de cáncer de prostata. Por todo ello, mejor ten sexo.